por: Edgar Hernández / columnista
Mientras en Guatemala juegan a hacer justicia y aumentan las sospechas sobre extraños pactos extrajudiciales en favor de Javier Duarte, en México, desde Bucareli se redefinen estrategias.
En pleno proceso electoral y cuando la República transita a la sucesión presidencial, las fichas del ajedrez políticos se mueven hacia nuevas alianzas y pactos no confesables.
Así, mientras Duarte se va al basurero de la historia, la clase política veracruzana, pero sobre todo la nacional se pregunta… ¿Qué sigue?
Para el tema Duarte lo que sigue será sólo el morbo: que si soltará la sopa; que se queda en Guatemala para esperar a que pasen las elecciones del 4 de junio para cimbrar a México; que si fue inservible su aprehensión al pasar a traerse al Peje y al candidato priista del Estado de México, Alfredo del Mazo…
Incluso ya se prepara un largometraje para llevar a la pantalla grande la historia del panadero, “ ¡El apestosito Javier!” que robó 35 mil millones de pesos convirtiéndose en el tristemente célebre político más corrupto del mundo.
Lo sustantivo, sin embargo, es lo que sigue para Veracruz.
Un acuerdo en Bucareli entre Miguel Ángel Osorio Chong y Miguel Ángel Yunes quedó comprometido este inicio de semana luego de ser reconvenido el mandatario a la prudencia política y no colgarse medallas que no le corresponden.
Luego, la redefinición, nuevas reglas de juego.
En primer término se estableció el compromiso Federal de ir por Fidel Herrera Beltrán y localizados diputados federales sobre quienes pesan denuncias ministeriales por desvíos millonarios.
En el caso Fidel, la hebra inicia con la información ya entregada por Ricardo Sandoval, exjefe administrativo de la Secretaría de Salud de Veracruz a propósito de las medicinas chafas y fuera de vigencia, el equipo Finamed comprado y alquilado de manera ventajosa para la empresa, los moches y los contratos de preferencia farmacéutica, éste último negocio de Rosa Borunda.
Para con determinados diputados federales la PGR –aparte de Tarek Abdalá- procederá a la solicitud de juicio de procedencia contra Adolfo Mota, Edgar Spinoso, Noemí Guzmán y Jorge Carvallo para llevarlos a un juez.
Del tema aún no hay información completa aunque ya trascendió que el caso del diputado federal Erick Lagos será vinculado más que por asuntos de dinero por su alianza con el crimen organizado.
Para el caso de Yunes Linares y Veracruz.
Fueron dos los acuerdos sustantivos que nos comenta una “garganta profunda” del gabinete.
Antes de que transcurra el primer cuarto del gobierno yunista, es decir en junio, deberá tener en marcha el programa y alcances de su administración en materia de Salud, educación, obra pública y garantía de seguridad pública, tema que ha derribado su imagen y credibilidad.
Mientras, en lo político y cumplimiento de llevar ante la justicia a los saqueadores del erario, el alterado gobernador Yunes cumplimentará en lo inmediato órdenes de aprehensión contra los exsecretarios de Hacienda, Antonio Pelegrin; el de Turismo, Harry Grappa; el de Trabajo Gabriel Deantes y el exContralor, Ricardo García Guzmán.
Otros en la lista son Juan Antonio Nemi, a quien dejó de funcionarle la relación familiar con Fernando Yunes Márquez, Fernando Benítez y Tomás Ruiz. Mientras la Fiscalía General del estado irá por los diputados locales Vicente Benítez, Juan Manuel del Castillo y Gerardo Buganza, quien de hecho ya se peló.
Obligado cuestionar ¿por qué ahora si van contra los diputados locales Benítez, Buganza y del Castillo, contra el federal Edgar Spinoso y contra Ricardo García Guzmán y Tomás Ruiz con quienes se tenían acuerdos y hasta dinero de por medio?
Pues porque tras la detención de Javier Duarte, el Gobierno Federal replanteó el juego político.
Determinó cambio de baraja y tanto Peña como Yunes Linares, así como los actores de la sucesión gubernamental y presidencial entrarán al juego de Juan Pirulero en donde cada quien atenderá su juego.
Que si hubo compromiso, sin duda, y que se respetó, también… mientras se pudo, pero hoy las nuevas reglas del juego y el mandato del Centro, así como la lucha electoral de reposicionamiento partidario, dan lugar a la conciliación de nuevos acuerdos.
Se coincide con el agudo analista José Antonio Flores en el sentido de que Duarte tras ser detenido despanzurró el reposicionamiento priista por sus complicidades con todo mundo, su testimonio y pruebas en video y documentales servirán para hundir a Morena.
Y de paso cercenar el crecimiento del Peje en Veracruz.
Se entiende por supuesto que el Pejelagarto no recibió en propia mano dinero alguno de Duarte, pero sí Cuitláhuac García y sí también está comprobado que Andrés Manuel aceptó diálogo telefónico con Javier mismo. Grabaciones dan cuenta de ello.
La alianza PRI-PAN es un hecho, la alternancia presidencial en favor de los azules es posible; de hecho ya lo fue en el 2000, y el regreso del PRI se daría hasta el 2024.
Para ello se requiere de acuerdos y negociaciones entre tricolores y azules. Para ello se requiere que el PRI entregue la República, siempre y cuando se quede protegido con las tres más importantes reservas electorales de la república: Estado de México, Veracruz y Jalisco.
En ese escenario Miguel Ángel Yunes tendría que abrirse en el apetito sucesorio en favor de su hijo Miguel Ángel, negociarlo colocándolo en una nueva antesala que eventualmente sería el Senado de la República para dar paso y permitir el triunfo del candidato priista a la gubernatura el año próximo en favor de cualquiera menos Héctor Yunes.
¿Pepe?
Sería Pepe Yunes, es la pregunta obligada.
La respuesta está en por dónde permitiría el presidente jugar la sucesión. Si el candidato presidencial es José Antonio Meade, seguro es el Yunes de Perote, pero si el fiel de la balanza se inclina por Miguel Ángel Osorio Chong habrá fiesta sexenal en el estero.
Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo