El yogurt griego ha estado aumentando su popularidad en los últimos tiempos al ofrecernos una alterativa más sana que la versión común. Hoy vamos a decirte pros, contras y cómo debes comprarlo.
¿Por qué se llama “griego”?
El termino “griego” se refiere al modo en que se elabora, en donde se deja drenando por ciertas horas (muchas) para retirar el suero de la leche lo que lo hace más espeso y cremoso.
¿Por qué es mejor?
Al eliminar el exceso de suero de leche, tiene el doble de proteína y la mitad del azúcar ya que en el suero se desecha la LACTOSA, por lo tanto es más fácil de digerir. Además tiene la mitad de los carbohidratos y del sodio que el regular.
PRECAUCIÓN:
¡No te dejes engañar! Diversas grandes marcas han lanzado su propia versión “griega”. Pero muchos de ellos no son fieles a la receta tradicional y en lugar de drenarlo, crean la textura espesa agregando proteína láctea en polvo, féculas u otros ingredientes químicos.
Además debes agregar la fruta tú mismo, comprar la versión afrutada contiene muchísima azúcar y otros ingredientes que lo hacen una pésima opción a elegir, atrapando al consumidor con la leyenda “Griego”.
Un ejemplo de yogurt que se vende como saludable
¿Cómo debo elegirlo?
La única forma de comprobar que se siguió el método tradicional griego es leyendo la etiqueta, para que sea una EXCELENTE opción deberá ser:
Natural (sin sabores agregados)
Ácido y sin azúcar (máximo 7 gr por porción)
Checa los ingredientes: no debe tener espesantes
El sabor no te atrapa al principio pero de eso se trata, de que lo puedes adaptar de acuerdo a lo que prepares. Puedes utilizarlo en recetas saladas sustituyendo la crema ácida o endulzarlo con Stevia y agregar la fruta que te guste. Solo de esta manera estarías aprovechando sus beneficios
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