Yanga.- Al menos 3 millones de pesos, podría arrastrar de deuda la administración actual, que en su momento fueron detectados por el Órgano de Fiscalización Superior del Estado como daño patrimonial, pero que a la fecha no se ha aplicado la Ley en contra de cinco ex funcionarios públicos, además de los que dejará Pascual Alvarado por la falta de pago a proveedores de la feria, principalmente.
La deuda que se arrastró durante varios años, fue el pretexto para señalar el severo atraso en obras y servicios que presenta Yanga, pues desde la entrada se tuvieron que cubrir sueldos caídos y el aguinaldo de los otros empleados, pertenecientes al ex alcalde Eulogio Rodríguez Montesinos.
En el 2010, el ORFIS detectó un daño patrimonial por $6.7 millones que deberían ser cubiertos por el ex alcalde Eulogio Rodríguez Montesinos, el cuerpo edilicio y algunos ex funcionarios públicos, como el Tesorero y quien fuera el director de Obras Públicas.
Para ello, quienes estaban en la función pública, debieron ser separados de sus cargos y enfrentar la justicia para finiquitar el daño patrimonial que causaron, el cual fue por el orden de los 4 millones 327 mil 377 pesos y 76 centavos.
A esta acción, el Órgano de Fiscalización Superior le aplicó una multa de 2 millones 380 mil 24 pesos, haciendo responsable en primer termino, a quien fuera tesorero de la anterior administración, Daniel Durán González.
Por su parte, los ciudadanos Eulogio Rodríguez Montesinos, ex presidente municipal; Mericia Ávila Flores, ex síndico municipal; Rosa María Aguilar Pérez, ex regidor integrante de la Comisión de Hacienda y Patrimonio Municipal, Beatriz Guadalupe Hernández y María de los Ángeles Galicia Flores, ex contraloras internas, Fernando Arturo Gómez Carrera, ex director de Obras Públicas serían responsables solidarios de su pago de conformidad con lo dispuesto por el artículo 44.1 y .2 de la Ley de la Materia.
Sin embargo, los involucrados solicitaron el juicio de nulidad ante el Tribunal de lo Contencioso Administrativo del Poder Judicial del Estado, dentro del plazo de quince días hábiles, quedando al aire la cuantiosa deuda que deberán seguir arrastrando las administraciones siguientes.
JosÈ Vicente Osorio
El Buen Tono