Las autoridades de la ciudad china de Wuhan, donde a finales del año pasado se detectó por primera vez el coronavirus, reafirmaron la disposición del gobierno central que prohíbe el consumo y comercio de animales salvajes.
Las plataformas de comercio en línea, los mercados y los restaurantes, así como las compañías de transporte y logística, no podrán ofrecer servicios o lugares para el consumo de alimentos provenientes de la vida silvestre, según comunicó el gobierno de la ciudad en su sitio web.
Durante los próximos cinco años, los habitantes de la urbe no podrán transportar, vender, comprar, consumir ni tampoco cazar esas especies. La caza solo será posible para organizaciones científicas y médicas con objetivos de investigación.
Restricciones similares se aplican a la cría de animales no domesticados, excepto con fines de “protección de especies, investigación científica y exhibiciones [como zoológicos y parques de vida silvestre]” previamente aprobados por el gobierno.
El brote del coronavirus empezó en Wuhan a finales de diciembre del año pasado y en casi cinco meses se ha llevado la vida de más de 329 mil personas en todo el mundo, según datos de la Universidad Johns Hopkins.