Coscomatepec.- El aprovechamiento de árboles maderables en comunidades cercanas al Parque Nacional Pico de Orizaba, se convirtió en el sustento de las familias que viven en situación de marginación.
De acuerdo con información del departamento de Ecología y Medio Ambiente el negocio de la madera se transformó en una mafia en la zona montañosa.
La comunidad de Aserradero ha presentado mayor deforestación en los últimos años, así como Tetelzingo y Cuiyachapa, entre otras que se encuentran cerca de las faldas del volcán, aunque no se sabe el número exacto de hectáreas perjudicadas, se conoce qué tipo de árboles son los que más cortan.
El pinus patula, mejor conocido como ocote colorado, seguido por encino, son los que más se consumen. Se atribuye que ante la falta de trabajo y la pobreza extrema en dichas zonas los pobladores no tienen más opciones que talar y vender la madera.
En operativos que realiza la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), decomisan tanto el producto como los vehículos por la falta de permisos, en este año un carro tipo torton fue asegurado con cerca de 30 rollos de madera, pero en todos los casos es necesaria la presencia de elementos de la Secretaría de Marina y la Policía estatal.
En Aserradero un radio de 120 hectáreas está totalmente deforestado, por lo que en coordinación con la Comisión Nacional Forestal (Conafor), y la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), se realiza la siembra de mil 100 plantas por hectárea.
La deforestación provocó deslaves en las zonas altas, como el año pasado en Tecóac, por lo que los habitantes se preocuparon por plantar más árboles.
Ecología y Medio Ambiente envía la solicitud para los operativos en el municipio y al menos cada dos meses se realizan. El último fue en octubre y en este mes se efectuará otro.