Nogales.- Entre un “foco de infección” y la inmundicia, viven más de 100 habitantes de la colonia Lázaro Cárdenas, esto por colindar con el Relleno Sanitario y la contaminación que éste genera, además de la falta de drenaje, situación que les ha provocado severas infecciones estomacales y problemas de ronchas en la piel.
Los vecinos de esa zona denunciaron que el presidente municipal, Antonio Bonilla Arriaga, se ha olvidado de invertir recursos en esta colonia, ya que prefiere “andar en centros recreativos a la hora de la botana en lugar de ponerse a trabajar por el bien de los más pobres y marginados”, dijo uno de los inconformes.
Manifestaron que llevan más de dos años pidiendo la pavimentación de la calle Xoxocotla, que por la cercanía con el río Chiquito, supuestamente es una ruta de evacuación, pero no funciona por estar llena de hoyos y en mal estado, incluso, señalan que las unidades que por ahí circulan se atascan, sobre todo en esta temporada de lluvias.
Otra habitante expuso que ante el abandono de esa zona y la carencia de alumbrado público, con frecuencia los predios son utilizados como tiraderos de marranos y demás animales muertos, lo que provoca una insoportable pestilencia y la proliferación de plagas.
“Nos tiran marranos, perros y huele bien feo, ni caso nos hacen, va uno a hablar con el Presidente al Ayuntamiento y nunca está; he escuchado que si uno quiere encontrar a Bonilla, debe buscarlo en algún bar a la hora de la botana; aquí padecemos de todo, gripas, dolores de cabeza y muchas infecciones”, expresó.
Manifestó que desde hace 20 años ha padecido, al igual que el resto de los habitantes, granos en la piel e infecciones por las condiciones insalubres en que viven, a lo que se suma la falta de agua, drenaje y alumbrado.
En un recorrido por la colonia, se observó que las aguas residuales de las viviendas son expulsadas a las calles ante la falta del sistema de drenaje.
El reclamo y la molestia de los vecinos es que cuando realizan el pago del predial en el Ayuntamiento, sus propiedades son catalogadas como urbanas y por lo tanto les cobran las tarifas correspondientes, pese a que carecen de los servicios más básicos para vivir.