Tomatlán.-Con más de tres horas de duración y la asistencia de 5 mil personas, este viernes se efectuó la edición 50 del viacrucis en vivo en este municipio.
La representación de los últimos días de Jesús involucró a 80 actores con parlamento, y para la escenificación se invirtieron cerca de cuatro meses de ensayos.
En total, entre el jueves, viernes, sábado y domingo se realizarán cerca de 10 horas de escenificaciones.
A partir de las 13:00 horas, cientos de feligreses se congregaron en el primer cuadro de la ciudad para ser testigos de la escenificación de la Pasión de Cristo que se ha convertido en una tradición para propios y extraños en la zona centro.
La escenificación del viacrucis inició desde la tarde del Jueves con el lavatorio de pies y la última cena, la cual se realizó en la explanada de la iglesia.
Para la edición de este año, la iglesia de la localidad junto con el grupo actoral Teocalli preparan a sus actores desde hace cuatro meses, aunque la mayoría de sus integrantes ya son “viejos” en este menester, como José Antonio del Valle Jiménez, quien representa a Judas Iscariote y quien lleva ocho años con este personaje que, posiblemente, dijo, será heredado a algún familiar, como le sucedió a él, quien recibió de su tío la encomienda cuando éste murió.
Ernesto Hernández Luna de 33 años, quien este año tuvo el pepel de Jesús, se preparó espiritual, física y mentalmente para transmitir al público el sentimiento y fervor que implica un evento de esta magnitud.
Su madre, María, fue representada por Shalom Prado de 23 años, aseguró que este papel representa humildad, sencillez, el amor al prójimo y le significan un reto total y más que nada un crecimiento personal y espiritual.
En este pueblo donde aún se pueden apreciar construcciones antiguas con techos de teja, calles adoquinadas, vecinos reciben al visitante con un saludo amistoso y abundante vegetación, punto de la dramatización de la crucifixión de Jesús.
El recorrido da inicio alrededor de las 12 horas con las imágenes religiosas que recorren las siete estaciones, según lo establecen los cánones bíblicos, donde el párroco encabeza la ceremonia totalmente religiosa.
Más tarde los actores desarrollarán la escenificación de la pasión y muerte de Jesucristo, actos desarrollados en un marco de teatralidad con más atractivo turístico que fervor piadoso, sostienen algunos religiosos.
Debido a presuntos intereses ajenos a la Iglesia, el evento que pudiera ser detonante de llegada de recursos con la visita de turismo nacional, el viacrucis personificado con el grupo de actores fue suspendido hace algunos años.
El principal detonante fue, según información de algunos vecinos, el consumo indiscriminado de licor por algunos parroquianos que aprovechaban el evento.
Algunas familias conservadoras emitieron la queja que derivó en la suspensión del viacrucis; luego de intensos diálogos entre el grupo de personas que ya permanecían organizados y las autoridades eclesiásticas reanudaron dicha dramatización hace pocos años.
El evento reúne a más de 5 mil visitantes, muchos procedentes de ciudades cercanas y de entidades vecinas que prefieren acudir a una población tranquila que acudir al viacrucis desarrollado en Iztapalapa.
Jesús, cargando una cruz de 80 kilos, recorrió 1,5 kilómetros, hasta llegar; primero fue presentado primero ante Herodes, después ante Pilatos y de nuevo ante el rey. En las calles de Tomatlán, cientos de personas atestiguaron cada una de las escenas.
En medio de contradicciones y ante la presión de los sacerdotes, Poncio Pilatos se lavó las manos y mandó azotar a Jesús, quien fue sometido a 40 latigazos, donde su madre María era testigo de ese cruel instante. Caminó con la cruz en sus hombros. Una y otra vez cayó. Mujeres le ofrecieron agua. Consolación. Pero no sirvió de mucho. Los romanos eran agresivos hasta con las mujeres, incluso con su madre.
Cerca de las 13:00 de la tarde el contingente encabezado por Jesús llegó al Cerrito, donde acompañado de Dimas y Gestas, es crucificado, no sin perdonar a quienes lo crucifican.
Judas se colgó de un árbol arrepentido por haberlo entregado; minutos más tarde, Jesus murió, curiosamente, este año, justo a la hora de su muerte, cayó un torrencial aguacero, sin embargo ese no fue impedimento para que los fieles católicos se quedaran a atestiguar lo último del guión.
Miguel Ángel Contreras Mauss
El buen tono