VENEZUELA.- En medio del repudio internacional, Nicolás Maduro asumió su segundo mandato como Presidente de Venezuela; sin embargo durante su discurso grito: ¡Viva México!, en agradecimiento al apoyo que ha recibido del Gobierno de México.
Su segundo período lo mantendrá en el poder hasta el año 2025 en medio de acusaciones de ilegitimidad por la forma en que el líder chavista consiguió la reelección.
Maduro tomó juramento ante el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), en Caracas, acompañado por otros seis jefes de Estado que fueron los únicos en asistir a este acto señalado por opositores y buena parte de la comunidad internacional como el inicio de la “usurpación” de la Presidencia de Venezuela.
“Juro a nombre del pueblo de Venezuela (…) que no daré descanso a mi brazo ni reposo a mi alma y que cumpliré y haré cumplir todos los postulados y mandatos de la Constitución”, aseguró Maduro ante Maikel Moreno, presidente del TSJ, llevándose los aplausos de sus simpatizantes.
El juramento es un compromiso con el que procura “defender la independencia e integridad absoluta de la patria, procurar llevar a la prosperidad social y económica a nuestro pueblo y construir el socialismo del siglo veintiuno”, enfatizó Maduro.
Sin embargo, la toma de posesión no se realizó en el Parlamento manda la constitución, debido a que el Supremo declaró a la Cámara en “desacato” en 2016, pocas semanas después de que la oposición se hiciera con la mayoría de los escaños, así que el mandatario venezolano juramento en el TSJ .
En tanto la oposición venezolana y numerosos gobiernos extranjeros que no reconocen los resultados de las elecciones de mayo pasado en las que el jefe de Estado fue reelegido con cerca del 70 % de los sufragios, por lo que se cuestiona la legitimidad del segundo mandato y es que en los comicios los principales dirigentes del antichavismo no pudieron participar, pues habían sido inhabilitados políticamente.
Lo que trajo consigo que la mayoría de los países de América Latina no enviaran a ningún representante a su investidura, tal como lo hizo Estados Unidos y la Unión Europea.
