Orizaba.- Gran afluencia tuvieron ayer los cementerios de la región de las Altas Montañas, por el festejo del Día del Padre.
Sin embargo, a diferencia del Día de las Madres y del Día de Muertos, el número de visitantes es menor, tal es el caso del panteón municipal de Orizaba, Juan de la Luz Enríquez.
Cada año en el Día del Padre no se registra mayor afluencia de personas, sin embargo, algunos de los familiares de los difuntos acuden días antes a realizar la limpieza de las bóvedas, previo al festejo.
“No se calcula mucha gente en el Día del Padre, aunque vienen más en el Día de las Madres, como la afluencia inigualable que es en el Día de Muertos”, dijo Anselmo Ortega, trabajador del camposanto, dedicado a la limpieza de las tumbas.
Además de la visita a sus difuntos, los que arriban al panteón de Orizaba pueden disfrutar de las tumbas históricas, de la exposición de lápidas antiguas que está de forma permanente, la Piedra del Gigante y otros espacios, catalogados turísticos.
