Orizaba.- Desde las 06:00 horas del 1 de noviembre se dieron cita los seres queridos de quienes descansan en el panteón municipal Juan de la Luz Enríquez, que estará abierto por 48 horas ante la tercera Noche de Muertos Orizaba 2018, para la cual 37 personas distribuidas en diferentes puntos trabajarán para atender las necesidades de quienes acudan hasta el día 3, por el Día de Muertos.
El administrador del panteón municipal Juan de la Luz Enríquez, Camilo Boschetti Oliver, mencionó que se tiene un estimado de 5 mil 748 tumbas en el abandono por diferentes motivos, es decir, porque los familiares ya no viven en la ciudad, porque no las visitan o bien debido a que ellos también están reposando en el sueño eterno.
Explicó que durante esta jornada larga y por las visitas nocturnas a la Noche de Muertos, llegarán al camposanto unas 30 mil personas.
Dejó en claro que el día 3, a las 20:00 o 21:00 horas, cerrarán el panteón, concluida la jornada tradicional de Todos Santos y Día de Muertos, que como recordó se trata de incentivar el turismo y también las raíces de la cultura mexicana.
Detalló que existen unas 45 mil tumbas, sin embargo, ahí descansan los restos de 38 mil 300 personas y se estima que un 15 por ciento están abandonadas, agregó que es una cantidad que no te puedo mencionar porque no contabilizamos tumba por tumba, pero hay muchas que los familiares murieron, que ya no están aquí, se fueron de la ciudad; algunas de tierra lucen abandonadas y otras de granito se conservan, pero no tenemos un control de quiénes son los que vienen a visitarlas porque aunque lo hacen, no les ponen flores y es complicado”.
Mantener limpio el lugar: Boschetti
Mencionó que se le está recomendando a los visitantes que mantengan las tumbas, los pasillos y en general el lugar limpio, es decir, “que pongan en los botes la basura de las flores que van a cambiar para instalar la ofrenda y todo lo que no utilicen para los altares y no las dejen tiradas a un lado, porque luego eso se acostumbra, ponerla en la tumba de junto y los familiares se quejan”.
Destacó que durante todo el año se han dado a la tarea de mantener limpio el lugar de hierba crecida, basura acumulada y todo lo necesario, para evitar un mal aspecto o bien la proliferación de moscos, “nuestra labor no termina el día 2 en la madrugada o el 3 en la madrugada, todos los días tenemos que estar quitando las flores y es una cantidad exagerada”.
Tríos y Mariachi en el Camposanto
Asimismo, resaltó que en estas fechas es más recurrente la llegada de tríos, mariachis, familias con comida; todo ello, para armonizar y presentar sus respetos a quien yace en la tumba, un hijo, un padre o una madrecita, una pareja, aunque esto se ve durante todo el año porque hay quienes acostumbran acompañar a su difunto con música.
Prosiguió: “les cantan sus canciones preferidas, contratan a los mariachis y en estos días también hay una gran afluencia de personas que vienen a la ciudad aprovechando los días festivos, para cantarle a los familiares”, pese a ello, dijo que en estos días se puede apreciar el detalle en todo su esplendor del arreglo de las tumbas.
“Esto es muy bonito porque los sepulcros son arreglados con un fervor muy fuerte, usan mucho la flor de Cempasúchil con diseños que se pueden considerar verdaderas obras de arte y que hacen los familiares”, resaltó.
Niños limpian las tumbas
A propósito de estas fechas, en estos días es muy común ver a niños de entre cinco, 13 o 15 años con una cubeta vieja y con aspecto sucio, su pala, escoba, tijeras o cualquier herramienta para ofrecer sus servicios de limpieza de los sepulcros con el fin de obtener un dinero.
Dos hermanitos que caminaban por la entrada principal del cementerio platicaron que provienen de una comunidad de Zongolica y para llegar a Orizaba se tuvieron que levantar desde las 03:00 horas, con un café y un pan en su estómago, emprendiendo el recorrido para llegar a las 06:00 horas o antes.
Andrea, una niña de aproximadamente 11 o 12 años con su hermanito al lado, comentó que esta es la primera vez que acudieron con sus papás, estos se encontraban en algún punto del camposanto vendiendo comida, mientras que ellos se acercaban a los visitantes para ofrecerles limpiar su tumba por 20 pesos o lo que les quisieran pagar, ambos comentaron que de esta forma ayudan a sus padres para mejorar la economía familiar.