Un juez mexicano vinculó a proceso este domingo a Joel “M”, conocido como La Morsa, acusado de participar en actividades ilícitas dentro de una de las organizaciones criminales más poderosas del país, la liderada por los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán. La Morsa, señalado como colaborador cercano de Aureliano “El Guano”, hermano de “El Chapo”, enfrenta cargos graves, entre ellos porte de armas de uso exclusivo del Ejército y posesión de sustancias ilegales como cocaína y metanfetamina con fines de comercio.
La detención de Joel “M” ocurrió el pasado 28 de enero en la alcaldía Benito Juárez, en la Ciudad de México, donde las autoridades le aseguraron un arma de fuego, más de 500 gramos de clorhidrato de cocaína, 327 gramos de metanfetamina, dinero en efectivo y un teléfono celular. Este operativo también reveló que La Morsa está vinculado a una red de distribución de fentanilo y a la operación de laboratorios clandestinos en Elota, Sinaloa, con destino al mercado de Estados Unidos.
Además, la Fiscalía General de la República (FGR) ha identificado que Joel “M” forma parte de una red de fabricación y distribución de drogas sintéticas, respaldada por exfuncionarios estatales y políticos, entre los cuales destaca su hermana, María Eugenia “M” La Maru, exdiputada local de Sinaloa.
El Ministerio Público Federal presentó pruebas suficientes que llevaron al juez a imponer prisión preventiva justificada para La Morsa mientras continúa la investigación. Esta detención forma parte de un esfuerzo continuo de las autoridades mexicanas para desarticular las operaciones de esta organización criminal, cuyo poderío sigue afectando a Sinaloa y a todo el país. Recientemente, también se concretaron otras detenciones clave de miembros de esta estructura criminal, lo que subraya la intensificación de operativos en la región.
Con la creciente violencia en Sinaloa, especialmente en Culiacán, tras el enfrentamiento entre las facciones de Los Chapitos y Los Mayos después de la entrega de “El Mayo” Zambada en Estados Unidos, las autoridades federales continúan trabajando para debilitar la estructura de estos grupos criminales, con la esperanza de recuperar el control de la seguridad en la región.
