Sandra González
EL BUEN TONO
ORIZABA.- Desde hace cuatro años, el programa de Vigilancia y Monitoreo Comunitario ha involucrado a comunidades de Veracruz y Puebla en la protección de la biodiversidad del Parque Nacional Pico de Orizaba.
En la actualidad, 32 hombres y mujeres conforman cuatro grupos que vigilan un total de 10 mil hectáreas, realizando recorridos constantes y empleando tecnologías como cámaras trampa para monitorear la fauna y flora en áreas vulnerables.
“Es muy diverso monitorear la biodiversidad presente en el área natural, no solamente es flora sino también fauna”, explicó Armando Fuertes, responsable del programa.
Señaló que cada grupo atiende 2 mil 500 hectáreas, llevando a cabo trabajos de vigilancia en zonas de influencia donde la tala clandestina representa un desafío constante.
Los integrantes del programa carecen de atribuciones legales para detener actividades ilícitas como el uso de motosierras.
Sin embargo, buscan disuadir estas acciones mediante la sensibilización de las comunidades para reducir la presión sobre los ecosistemas forestales.
Para fortalecer su impacto, el programa articula esfuerzos con instituciones y recursos externos. “Es tratar de manera sinérgica con nuestras herramientas de subsidio e intervenir en las zonas más complicadas para obtener resultados”, añadió. Además de vigilar, los grupos realizan monitoreos con cámaras trampa para registrar la presencia de especies, datos que son analizados y utilizados para mejorar la gestión del parque.