Miguel Ángel C. Mauss
el buen tono
PASO DEL MACHO.- Como cada diciembre, desde hace 14 años, Iván de Jesús y su familia, elaboran los tradicionales “viejitos”, muñecos del tamaño de una persona hecho de periódico o pedazos de madera y ataviado con ropa vieja que es quemado el Año Nuevo para desechar simbólicamente el año pasado.
Aunque su creación parece fácil, su proceso es complicado, pues para que salgan perfectos todo comienza a mediados de año, al ir seleccionando la ropa vieja a usarse, guardando papel periódico, zapatos viejos y demás material reciclado.
En un solo día, la familia completa logra crear hasta ocho personajes, entre hombres y mujeres, los cuales después de secarse salen a “lucirse” a las afueras de su casa ubicada en la colonia 12 de octubre.
La quema de “años viejos” comenzó en Ecuador y, como muchas tradiciones en América Latina que se conservan hasta hoy, es producto del mestizaje, la mezcla racial y cultural entre los españoles y los pueblos indígenas.
Actualmente, un “viejo” es comercializado hasta en 150 pesos; sin embargo, narra, como en todo, hay personas que regatean y no valoran el trabajo artesanal y se los llevan hasta en 100.
“Nosotros tenemos 14 años elaborando viejitos, mi madre comenzó y nosotros seguimos esta tradición, que ahora se la estamos enseñando a nuestros hijos”.
La familia logra vender año con año hasta 400 viejitos, por lo que este año auguran que no será la excepción.
