AGENCIA
Puebla.- El reciente caso de los cuatro ponis utilizados como atracción en la feria de Cuautinchán, Puebla, es un claro ejemplo de la deshumanización a la que se somete a los animales en eventos públicos. Los ponis, captados en video dando vueltas sin descanso en un espacio reducido, se convirtieron en una prueba más de cómo el entretenimiento puede ir en contra del bienestar de los seres vivos. Afortunadamente, el Instituto de Bienestar Animal de Puebla actuó rápidamente para retirar a los animales y detener la situación, en coordinación con las autoridades locales.
Este incidente no es aislado. En mayo de 2024, un caso similar ocurrió en la feria de Metepec, donde un caballo y su cría fueron obligados a soportar música a todo volumen y luces fuertes, una situación que, al igual que en el caso de los ponis, les causó estrés y malestar físico. Estos actos no son solo negligentes, sino que violan la Ley de Bienestar Animal del Estado de Puebla, que establece sanciones severas para quienes causen daño o sufrimiento a los animales de forma ilícita.
El estrés que sufren los animales, como los ponis que caminan en círculos interminables, puede tener consecuencias físicas graves, como deshidratación, lesiones en las patas y articulaciones, e incluso la muerte. La exposición a ruidos fuertes, la falta de descanso y el sol constante son factores que contribuyen a un entorno insostenible para cualquier ser vivo.
En contraste, existen iniciativas como “Cuacolandia”, un refugio en Atlixco que brinda una vida digna a los equinos y otros animales rescatados. Fundado por Elena Larrea en 2017, este santuario sigue siendo un faro de esperanza, proporcionando atención médica, buena alimentación y la oportunidad de vivir libres, lejos del sufrimiento. Aunque Elena falleció en 2024, su legado sigue vivo en el refugio, que alberga a más de 50 animales rescatados.
Es hora de reflexionar sobre el trato que damos a los animales en eventos como ferias, donde la diversión humana no debe ser sinónimo de sufrimiento animal. Necesitamos actuar con responsabilidad y exigir un trato ético y respetuoso hacia todos los seres vivos.