AGENCIA
Yucatán.- Durante años, en Yucatán, un estado conocido por su paz y conservadurismo, se ha mantenido en silencio sobre los abusos sexuales cometidos por líderes de la Iglesia Católica. Sin embargo, esta investigación periodística revela la existencia de al menos 12 denuncias contra sacerdotes en los últimos seis años, ninguna de las cuales ha resultado en una sentencia.
David Robertson Cubello, uno de los sobrevivientes, narra cómo fue abusado a los 12 años por el hermano Diego Gutiérrez Jiménez, un marista del Centro Universitario Montejo (CUM). Su testimonio es solo uno de los muchos que este reportaje expone, destacando la complicidad y el encubrimiento tanto por parte del clero como de las autoridades civiles.
Entre 2018 y 2023, se presentaron 12 denuncias por delitos sexuales contra 13 sacerdotes ante la Fiscalía General del Estado de Yucatán. A pesar de ello, ninguna de estas denuncias ha llegado a una sentencia condenatoria, con la mayoría de los casos aún en investigación y algunos archivados temporalmente.
El obispo auxiliar Mario Medina Balam, responsable de la Comisión Diocesana de Tutela y Protección de Menores y Personas Vulnerables, admitió la recepción de ocho denuncias de violencia sexual en las últimas dos décadas, aunque no precisó si corresponden a los mismos casos registrados por la Fiscalía. La Arquidiócesis de Yucatán ha sido criticada por su falta de transparencia y por no haber reportado todas las denuncias a las autoridades civiles, contraviniendo los lineamientos establecidos por la Conferencia Episcopal Mexicana.
Este reportaje también recoge los testimonios de especialistas que señalan la falta de apoyo a las víctimas y el encubrimiento sistemático dentro de la Iglesia. Además, revela que solo dos de las 14 víctimas identificadas han recibido acompañamiento médico y psicológico por parte de la Comisión Ejecutiva Estatal de Atención a Víctimas (Ceeav).
La complicidad entre la Iglesia Católica y las autoridades locales ha perpetuado una cultura de silencio y encubrimiento en Yucatán, impidiendo que las víctimas obtengan justicia. Esta investigación busca romper ese silencio y sacar a la luz la magnitud de los abusos cometidos y el fracaso de las instituciones en proteger a los más vulnerables.
