Orizaba.- El Obispo de Orizaba, Eduardo Cervantes Merino, se va a Roma y regresará en un mes. Ayer celebró misa de mediodía en Catedral y ahí se dio tiempo para orar por la paz, bendecir a los abuelos que pronto conmemorarán su día, a los estudiantes que inician un nuevo ciclo escolar, a los profesores y a los padres de familia.
Don Eduardo Cervantes Merino irá a Roma al igual que los obispos de todo el mundo que fueron nombrados en el último año, confirmó el vocero diocesano, padre Helkyn Enríquez Báez.
En conferencia de prensa, Enríquez Báez dijo que todos los obispos recién designados deben participar de un curso exclusivo para ellos y que consiste en irse introduciendo en los distintos Dicasterios, es decir, las diversas oficinas que hay en El Vaticano como son: Oficina del Pontificio Consejo de Cultura y Educación, el Tribunal de la Santa Iglesia, La Congregación para la Doctrina de la Fe, y para la Educación Católica.
El Obispo debe conocer todos los organismos existentes para saber a quién dirigir sus distintas acciones, correspondencia y todo lo inherente a su quehacer como pastor, esa es la razón de su viaje y retornará a la Diócesis antes de la fiesta patronal de su Catedral dedicada a San Miguel Arcángel, que se celebra el 29 de septiembre.
El Derecho Canónico, que es fundamentalmente la ley de la Iglesia, define al Vicario General como “Alter Episcopus” —el otro Obispo— y es el Vicario General quien jurídicamente tiene toda la autoridad que el Obispo diocesano. En este caso de ausencia temporal de Monseñor Eduardo Cervantes, la Diócesis queda bajo la responsabilidad del padre Francisco Aguilera Medrano.