Por Andrés Timoteo / columnista
Y las noticias amargas no terminan. El Miércoles Santo se dio a conocer el hallazgo de 36 fosas clandestinas en un paraje del municipio de Úrsulo Galván por parte de la titular de la Comisión Nacional de Búsqueda de Personas, Karla Quintana y el fiscal veracruzano, Jorge Winckler, quienes estimaron que en ese lugar podría haber hasta 200 cuerpos sepultados ilegalmente.
Aunque no dieron la ubicación del sitio y ni siquiera el nombre del municipio, investigaciones periodísticas revelaron el lugar que se localiza cerca de la playa de Chachalacas, curiosamente cerca del complejo hotelero propiedad del exsecretario de Seguridad Pública, Arturo Bermúdez Zurita, acusado por desaparición forzada de personas en el sexenio duartista.
Los funcionarios aseguraron que apenas se ha explorado el 10 por ciento del terreno, pero los peritajes iniciales indican que podría tratarse de otra mega fosa como la de Colinas de Santa Fe, al norte del puerto de Veracruz, donde se han extraído los restos de cerca de 300 personas asesinadas e inhumadas por los cárteles del narcotráfico.
Días atrás, el Viernes de Dolores -19 de abril- trascendió la localización de otra fosa clandestina ubicada en el sitio conocido como El Infiernillo, en el municipio de Nanchital, al Sur de la entidad. Allí se habrían extraído 65 restos óseos, aunque se desconoce si ese es el número de personas o pueden ser fragmentos de algunas pocas. Todo hace sospechar que el lugar podría contener muchos más cadáveres o esqueletos.
El Infiernillo está identificado desde hace años por parte de colectivos de familiares de personas desaparecidas como un sitio de inhumaciones clandestinas y era, según la leyenda urbana, uno de los lugares preferidos de los delincuentes para arrojar cadáveres de personas asesinadas durante el sexenio de Javier Duarte de Ochoa.
Para finalizar la referencia macabra, en el sitio conocido como Los Arenales de la colonia Venustiano Carranza de Río Blanco se elevó a 16 el número de cadáveres extraídos de las fosas clandestinas allí ubicadas. Allí desde hace un mes se reiniciaron los trabajos de exploración, pues se estima que sea un mega cementerio ilegal. El parte es tan sólo en estos tres de los muchos ‘infiernillos’ hallados en Veracruz.
Por cierto, a partir del viernes 26 de abril y hasta el domingo 28 se tomarán pruebas de ADN a familiares de personas desaparecidas en la zona Centro a fin de tener el perfil genético que, en su caso, facilite la identificación de los restos localizados en Los Arenales. Los interesados deberán acudir a la inspección de policía en Orizaba de las 09:00 a las 17:00 horas.
La Policía Científica de la FGE tomará las muestras y el proceso es gratuito y confidencial. Los que acudan únicamente deben presentar su credencial de elector y una copia fotostática de la misma.
Esa labor, la de reunir perfiles genéticos, uno por uno, para crear un banco de datos es parte del viacrucis que se debe andar en el afán de encontrar a los desaparecidos.
La búsqueda no termina con hallar fosas y sacar restos, eso es apenas el inicio.
