AGENCIA
Ciudad de México.- Médicos veterinarios del único Hospital Veterinario del Gobierno de la Ciudad de México, que se oferta como el más grande de América Latina, han informado ante las autoridades locales el “desabasto urgente” de insumos y medicamentos para dar atención, falta de personal, alza de costos de servicios y, además, acoso laboral que atribuyen a estas demandas.
“Como lo ofertan como un hospital de alta especialidad, se forman con su perro o gato desde las 6 de la mañana y se les tiene que decir que no podemos atenderlos”, dijo una médico veterinaria.
De acuerdo con los oficios que han enviado a la Agencia de Atención Animal (AGATAN) y al órgano de control interno de la Secretaría de Medio Ambiente (Sedema), donde está adscrito el hospital, el titular de AGATAN, Carlos Esquivel Lacroix, y la representante del área médica, María de Lourdes Contreras Zentella, son acusados de haber realizado una ineficiente administración a costa de los tutores de bajos recursos de los perros, gatos, pericos, hámsters, tortugas y otros seres sintientes (según la Ley de Protección Animal) que acuden por los supuestos bajos costos.
Los veterinarios plantean que antes de 2019, cuando el hospital pertenecía a la Secretaría de Salud local, era “funcional” respecto a ahora que sólo pueden brindar consultas generales y ciertas hospitalizaciones sin cirugías, pese a que la mayoría de los pacientes llega fracturado, con hemorragia interna o con órganos dañados por caídas, atropellamientos o quemaduras.
El hospital veterinario público, inaugurado en febrero de 2016 y cerrado de abril de 2020 a diciembre de 2021 por la pandemia, se ubica en la Alcaldía Iztapalapa, una de las demarcaciones con mayores niveles de pobreza de la capital mexicana, con gran presencia de canes y felinos en situación de calle, y al que acuden por la cercanía habitantes de Iztacalco, Tláhuac y el municipio de Nezahualcóyotl, Estado de México, también de bajos recursos.
“Le hacemos perder al tutor su tiempo y al paciente le causamos sufrimiento y le quitamos tiempo de vida. Si necesitamos hacer un ultrasonido remitimos al paciente porque no se puede atender o entregamos al paciente con su catéter en la vena y le pides al titular que lo lleve al ultrasonido, cuando es gente de bajos recursos que no tiene carro o te llegan en triciclo y un día laboral para ellos es muy importante”, dijo una veterinaria.
“Estamos muy lejos de ser el mejor hospital de América Latina”, indicó.