Córdoba.- Personal de la Dirección General de Transporte Público y del Ayuntamiento, llevaron a cabo la verificación de autobuses que prestan servicio hacia la localidad de Loma Grande, como parte de los acuerdos a los que llegaron las autoridades y familiares de los lesionados, tras el accidente de un camión el pasado 7 de julio, en la carretera San Rafael Calería-Loma Grande.
A las 09:00 horas de ayer, elementos de la Dirección de Transporte Público, al mando del oficial Eduardo Ginés, así como empleados del área jurídica del Ayuntamiento, arribaron a un local ubicado en la zona de la Central de Abastos 2000, para realizar la inspección física de unidades de las líneas Autobuses de San Rafael Calería (ASRC) y Calería, a las cuales les fue revisado el equipamiento interior, sistema de frenado, luces y dirección, entre otros.
Ahí estuvo presente el agente municipal auxiliar de la localidad La Lagunilla, Antolín Serrano Piña, quien en representación de los pobladores, así como de 11 subagentes municipales de la Sierra de El Gallego, manifestó que la inconformidad de los pobladores es el mal estado en el que se encuentran al menos 12 camiones, de color blanco, mismos que ya han sido identificados por los vecinos, y lo que demandan es que sean renovados.
“Las autoridades lo que quieren es beneficiar al transportista, por eso los habitantes bloquearon la carretera, pues piden mejores unidades y capacitación a los conductores, para que presten un mejor servicio en las localidades de Ojo de Agua, Paredones, Loma Chica, San José Loma Grande, Tinajitas, El Bajío, Matlaquiahuitl y Guzmantla”, explicó.
El representante de los usuarios consideró que serán las autoridades involucradas quienes realicen un balance general de las condiciones en las que se encuentran los camiones.
Por su parte, representantes de la línea criticaron la intervención del personal municipal directamente en las revisiones, asegurando que “la carretera donde ocurrió el percance del autobús es un tramo peligroso, donde en otros años se han accidentado otros vehículos, tales como un autobús urbano que sólo llevaba dos personas y un camión de volteo que hace aproximadamente ocho años causó la muerte de seis trabajadores y habitantes de San Bartolo, quienes murieron sepultados por toneladas de cemento, tras la volcadura de un camión de volteo, propiedad del Ayuntamiento”.
