De la redacción/El Buen Tono
Veracruz. – En un sombrío y alarmante panorama, Veracruz se ha convertido en el estado con la mayor cantidad de suicidios policiales a nivel nacional. La alarmante estadística no solo revela una crisis de salud mental dentro de las fuerzas del orden, sino también una urgente necesidad de reformas y apoyo psicológico para los agentes.
Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), durante el último año, Veracruz registró un aumento del 30% en suicidios policiales en comparación con el año anterior. Este incremento coloca al estado en el primer lugar en esta trágica categoría, superando a entidades como Jalisco y Ciudad de México, que tradicionalmente han tenido mayores índices de violencia y estrés entre sus cuerpos policiacos.
Factores Contribuyentes
Diversos factores han sido señalados como detonantes de esta crisis. Entre ellos, la presión constante y la falta de recursos adecuados para enfrentar el crimen organizado, la corrupción interna, y las largas jornadas laborales sin el apoyo psicológico necesario. Además, la pandemia de COVID-19 exacerbó la situación, incrementando el estrés y la ansiedad entre los agentes.
El Secretario de Seguridad Pública de Veracruz, Hugo Gutiérrez Maldonado, reconoció la gravedad del problema y aseguró que se están tomando medidas para abordar la crisis. “Estamos implementando programas de apoyo psicológico y emocional para nuestros agentes, así como talleres de manejo del estrés”, declaró Gutiérrez Maldonado. Sin embargo, estos esfuerzos parecen insuficientes frente a la magnitud del problema.
Testimonios y Realidades
Un exagente, que prefirió mantener su anonimato, compartió su experiencia personal: “El ambiente es muy hostil. No solo enfrentamos el peligro diario en las calles, sino también una falta de comprensión y apoyo dentro de la institución. Muchos de nosotros nos sentimos abandonados”.
Organizaciones civiles y expertos en salud mental han levantado la voz, señalando la necesidad de una intervención integral que incluya no solo apoyo psicológico, sino también mejoras en las condiciones laborales y un cambio en la cultura institucional que actualmente estigmatiza la búsqueda de ayuda emocional.
Llamado a la Acción
Ante este panorama, se hace un llamado urgente a las autoridades locales y federales para que prioricen el bienestar mental de los policías. La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) ha instado a una revisión de las políticas de seguridad y salud ocupacional, subrayando que la salud mental de los agentes es crucial para el bienestar general de la sociedad.
La situación en Veracruz es un recordatorio inquietante de las cargas que soportan quienes están en la primera línea de defensa contra la delincuencia. Abordar esta crisis es imperativo, no solo por el bienestar de los agentes, sino también por la seguridad y estabilidad de la comunidad que dependen de su protección.
