Preocupante lo inocultable, lo endeudados y mal administrados que estamos y seguimos estando. Reiteradas buenas intenciones sobre futuros que no llegan. “La rendición de cuentas en México responde a una arquitectura nacional heterogénea, fragmentada y por tanto ineficaz para combatir la corrupción” (ASF.200214).
EN VERACRUZ TODO ES POSIBLE, HASTA LO CORRECTO.
Evidente y notorio. Estamos cada vez más limitados, con mínima inversión; y con muy poca y cuestionada obra pública, cara y de mala calidad. Ni soñar, con ahorro gubernamental. Para ineficiencia y delincuencia no hay presupuesto que alcance.
¿Y las obras? No las obritas insignificantes; ni las hechas por otros y presumidas por supuesta coordinación oficial; y tampoco las disfrazadas, que en realidad son propiamente de mantenimiento, costoso y de mala calidad, cuando lo hay.
Responsables y presuntos, sostenidos y reciclados, “desfondados” e incumplidos, causantes de posponer y posponer, tanto cuentas por pagar, como la realización de obras convenidas o presupuestadas, como las urgentes de reconstrucción o restauración, ante padecidos desastres naturales.
Últimas administraciones locales caracterizadas por pasivos crecientes, escondidos, reciclados y acumulados. No hay prácticamente dependencia a la que no se deba; en consecuencia, cuentas por pagar y compromisos incumplidos aumentan.
Con privilegiados proveedores y constructores, algunos improvisados y provenientes de otros estados (preferentemente cómplices, familiares y amigos); frente a frente, compitiendo ventajosamente con los locales, convertidos en miembros obligados del sistema de “paguitos”, en víctimas de forzada austeridad, o del costoso trámite a trasmano con su respectivo “diezmo o mochada” o “la coperacha” forzada.
Y para completar, sacrificios y descuentos obligados de su sueldo, a los mal pagados y explotados empleados gubernamentales.
En contraste, no hay estímulos, ni incentivos al buen trabajo y desempeño, sólo descuentos, rifas y cooperaciones.
Justificado o no. Finanzas locales poco a poco despojadas, de todo o parte, de importantes fondos federales, como los de educación y salud para el estado, o algunos del ramo 33 para los municipios.
Situación en gran parte justificada por la alarmante corrupción o mala administración estatal y municipal, que prácticamente obligó al gobierno federal a tomar medidas extremas. Se dice que, centralizadas las compras, ya no faltarán medicamentos en clínicas y hospitales de Veracruz, ni se adquirirán medicinas obsoletas. En salud, pérdidas y deudas, ante los reclamos y necesidades crecientes, la privatización ocurrente y los negocios de siempre. ¿Y los presuntos y cómplices, encubridores y tapaderas?
¿Finanzas sanas? ¿Cómo tomar e interpretar este repetido mensaje oficial? ¿Dogma o acto de fe? ¿Humor negro, broma o buen deseo?
En muchos casos, insulto a la inteligencia y a la paciencia. Agravio para los que no reciben su pago presupuestado y hasta contratado. Ofensa a los siempre pospuestos, desatendidos y marginados.
En fin, la importancia de las finanzas públicas aumenta, ante el bajo o nulo crecimiento económico, inflación y falta o pérdida de empleo. Padecidas y conocidas pobreza y miseria, hambre y sed, inseguridad y violencia. Ante la inocultable crisis financiera y el injustificado endeudamiento creciente, hay que agregar un cuestionado y mal manejo del gasto público.
En efecto, la Auditoría Superior de la Federación (ASF), al analizar sólo una parte de los ejercicios 2012 en Veracruz, encuentra innumerables irresponsabilidades y conductas suficientes para exigir explicaciones y devoluciones, correr, pedir renuncias, procesar a presuntos responsables y a muchos cómplices o tapaderas que los sucedieron y suceden. Pero, como siempre, a pesar del tamaño del daño y de sus graves consecuencias no pasa nada.
El titular de la ASF, define claramente la lamentable situación:
“La transferencia de recursos y funciones a las entidades federativas y municipios no se ha acompañado de una mejora en la calidad de la gestión y resultados de los gobiernos locales, ni se han generado alicientes que impulsen la transparencia y el asumir una responsabilidad ante los ciudadanos por parte de los ejecutores del gasto…
Una muestra de ello, es la falta de aplicación del principio de anualidad a todos los fondos, la cual propicia importantes subejercicios y desviaciones…
En general, la normativa existente no coadyuva a la adecuada operación de los fondos y programas, toda vez que sigue siendo dispersa e insuficiente…
La problemática del gasto federalizado se ve influenciada por la debilidad de las finanzas de las entidades federativas y municipios, que deriva en un pretexto para que se utilicen recursos de los fondos y programas federales, en fines diferentes de los previstos por la norma…
Aunado a estas condiciones, los precarios contrapesos existentes para la rendición de cuentas estatales, generan espacios para utilizar indistintamente los recursos locales o federales, sin tomar en cuenta el objetivo para el cual fueron asignados; eso demanda una fiscalización efectiva y coordinada tanto a nivel local como federal…
Distintos factores, como los precarios equilibrios políticos existentes a nivel estatal, o el nivel de libertad y diversificación de los medios de comunicación locales, contribuyen a hacer más compleja la gestión de estas entidades”.
De todo esto destacan dos causas de la crisis de finanzas públicas locales: el predominio del centralismo fiscal, del cual hace uso y abuso el gobierno federal; y la forma deficiente y, en algunos casos, hasta delincuente de administrar recursos y atribuciones locales, por parte de gobiernos estatales y municipales.
Así, son sanas las inútiles, simuladoras y costosas que resultan Contralorías y Órgano de Fiscalización Superior estatales.
El mismo Auditor Superior señala:
“El impacto de esta problemática se hace más evidente si comparamos los resultados de la fiscalización de la Cuenta Pública 2012 sobre el gasto federalizado que lleva a cabo la ASF en relación con la suma de las Entidades de Fiscalización locales. Con un total de 399 auditorías, se determinaron recuperaciones por 10,915.8 millones de pesos…Por su parte, para la misma Cuenta Pública, las 32 EFSL realizaron un total de 1,958 auditorías al gasto federalizado (5 veces más que las practicadas por la ASF). Derivado de dichas auditorías las EFS locales determinaron recuperaciones por 509 millones de pesos (21 veces menor que lo establecido por la ASF).”
¿Auditorías y simulación como negocio? ¿Cuáles finanzas sanas?