Agencia
Venezuela.- En un giro inesperado en la arena diplomática, la administración de Nicolás Maduro ha solicitado a los gobiernos de Argentina, Chile, Costa Rica, Perú, Panamá, República Dominicana y Uruguay la “inmediata retirada” de sus representantes diplomáticos en Venezuela. Esta decisión se enmarca en un contexto de creciente tensión en torno a las elecciones presidenciales que se celebrarán el próximo domingo.
Según un comunicado oficial emitido por el gobierno venezolano, además de la expulsión de los diplomáticos, Caracas ha decidido “retirar todo el personal diplomático de las misiones” en estos siete países latinoamericanos. El comunicado destaca que Venezuela “se reserva todas las acciones legales y políticas para hacer respetar, preservar y defender nuestro derecho inalienable a la autodeterminación.”
La administración de Maduro ha calificado las recientes declaraciones y acciones de estos gobiernos como “injerencistas,” afirmando que buscan desconocer los resultados electorales y atentando contra la paz y convivencia del país caribeño. En el pronunciamiento, el gobierno chavista también expresó su “más firme rechazo” ante lo que denomina como una “campaña de injerencia” por parte de “gobiernos de derecha, subordinados a Washington y comprometidos abiertamente con los más sórdidos postulados ideológicos del fascismo internacional.”
Esta escalada en la tensión diplomática refleja las profundas divisiones políticas en la región y plantea interrogantes sobre las futuras relaciones entre Venezuela y estos países latinoamericanos. Las acciones del gobierno venezolano podrían tener implicaciones significativas para la dinámica política y diplomática en América Latina, particularmente en un momento crucial para las elecciones presidenciales en Venezuela.