Córdoba.- Miles de cordobeses de todas las edades, participaron en la tradicional peregrinación de varones de la Diócesis de Córdoba, a fin de rendirle homenaje a la “morenita” del Tepeyac.
Pese al frío que se sentía la noche de ayer, cientos de familias salieron a las calles a presenciar el peregrinaje de más de 5 mil hombres, quienes partieron en procesión de la avenida 1, entre calles 21 y 23, con dirección a la Catedral de la Inmaculada Concepción.
La peregrinación de varones, que inició poco después de las 19:00 horas, fue encabezada por el Cuerpo de Bomberos de esta ciudad, y acompañada de al menos una veintena de bandas de guerra y música.
Luego de caminar durante casi una hora, con gran emoción, y con un espíritu renovado gracias a la oración y a la reflexión que se propicia a lo largo del recorrido, los peregrinos llegaron a los pies de la Virgen de Guadalupe para honrarla, agradecer los favores recibidos y pedir bendiciones para sus vidas y sus familias.
Los peregrinos fueron recibidos por el obispo de la Diócesis, Eduardo Patiño Leal, quien encabezó la Santa Eucaristía.
Durante el mensaje eucarístico, el prelado habló de la sencillez que María, la Virgen, mostro al recibir la misión que Dios le encomendó a través del ángel San Gabriel, poniéndose al servicio del señor.
En ese sentido, pidió a todos los presentes ser ese servidor que el señor busca para transmitir el evangelio, tal y como María lo hizo hace más de dos mil años.
También hablo de la importancia del hombre en la familia, al ser el guía y al mismo tiempo el ejemplo de los hijos, por ello, pidió transferir esa fe que recibieron de sus padres a sus hijos, para que la palabra de Dios siga gobernando los hogares.
La singularidad de esta peregrinación es que en esta muestra de fe no se admiten mujeres. Los cordobeses festejan a la Virgen Morena de una forma peculiar, le llaman “peregrinación de hombres”.
Cabe destacar que el 12 de diciembre se festeja la supuesta aparición de la Virgen María al indígena Juan Diego en el Cerro de Tepeyac durante la época de la colonia.
Aunque muchos cuestionan la autenticidad de la leyenda, muchos le atribuyen cientos de milagros a la madre de Jesucristo.
Ricardo J·come Zavaleta
El Buen Tono
