Efraín Hernández
EL BUEN TONO
Fortín.- La entrada principal del municipio, especialmente en la división con Córdoba, se ha convertido en un punto crítico de caos y desorden debido a la descontrolada proliferación de vendedores ambulantes. La situación, que afecta tanto las banquetas como tramos de la cinta de rodamiento, ha encendido las alarmas en la ciudadanía.
Fuentes internas del mismo ayuntamiento señalan que el presidente municipal, Gerardo Rosales Victoria, y el titular del Órgano Interno de Control, Antonio Martínez Hernández, están involucrados en un esquema de complicidad que permite esta ocupación ilegal. Se alega que ambos funcionarios podrían estar beneficiándose económicamente de la situación, con informes que sugieren el cobro de “80 mil pesos en moches” para autorizar la presencia de los vendedores en áreas prohibidas.
La permisividad de las autoridades ha transformado el acceso a Fortín en un caos semanal, afectando gravemente la seguridad vial y la calidad de vida de los residentes. A la situación se suma la intervención del tránsito estatal, que ha colocado conos y cintas de acordonamiento para permitir el paso de los vehículos en medio del desorden.