
Adriana Estrada
El Buen Tono
Orizaba.- Un grupo de comerciantes de elotes que tradicionalmente venden sus productos en el atrio de la Catedral de San Miguel denunciaron haber sido excluidas arbitrariamente por Rosario Ramírez Abad, la encargada de cobrar los permisos para ocupar el espacio, quien ahora solo permite vender a cuatro de sus allegadas.
Las afectadas aseguran que todo comenzó previo a Semana Santa, cuando, ante la alta demanda, solicitaron un permiso especial al Ayuntamiento para vender en la plazoleta de Santa Cecilia, acción que molestó a Ramírez Abad, quien buscaba cobrarles mil pesos a cada una, por el permiso de venta en ese periodo. Al no poder hacerlo, decidió castigarlas prohibiéndoles regresar al atrio.
