Agencias
México.- Fernanda Sánchez, conocida en Tijuana por su negocio “Fernandas 99 El Sabor Viral”, especializado en fresas con crema, ha sido víctima de un ataque con ácido que ha sacudido tanto a su comunidad local como a nivel nacional, a pocos días de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer. El lunes 3 de marzo, Fernanda sufrió un violento ataque mientras trabajaba en su food truck. Este incidente, que dejó graves quemaduras en su rostro, ha puesto de manifiesto la persistente violencia contra las mujeres en México, una problemática que sigue marcando la realidad de muchas.
Un caso alarmante de violencia repetida
Este ataque no es el primero que sufre Fernanda. A pesar de haber recibido amenazas previas, decidió seguir adelante con su emprendimiento. Según relató, una joven que había visitado su negocio antes se acercó el lunes a preguntarle sobre una vacante. Mientras Fernanda le daba la información solicitada, la agresora arrojó ácido en su rostro. Como resultado, Fernanda sufrió quemaduras severas, particularmente en el ojo derecho, lo que ha provocado la pérdida parcial de visión.
Reformas legales insuficientes
A pesar de que el gobierno mexicano ha aprobado reformas que endurecen las penas contra quienes cometan ataques con sustancias corrosivas, como el ácido, los ataques como el de Fernanda siguen ocurriendo. Estas reformas, que van de 7 a 13 años de prisión, e incluso hasta 22 años si existe una relación de confianza entre la víctima y el agresor, buscan frenar este tipo de violencia. Sin embargo, los hechos demuestran que las leyes aún no son suficientes para erradicar este flagelo.
Activistas como María Elena Ríos, saxofonista y víctima de un ataque similar en Oaxaca en 2019, han impulsado la “Ley Malena”, que busca aumentar las penas y crear un registro de víctimas. Esta ley, ya aprobada en varias partes de México, es un paso importante para proteger a las mujeres y sancionar más severamente los ataques con ácido.
El llamado de Fernanda Sánchez a la justicia
Fernanda, además de ser empresaria, es madre de una niña de cinco años. Decidió hacer público su caso por temor a que la violencia se repitiera. En un video compartido en redes sociales, explicó que no es una persona conflictiva ni criminal, sino una mujer trabajadora que ha sido injustamente marcada por la violencia.
Este ataque no es un caso aislado, sino parte de una realidad alarmante que enfrentan muchas mujeres en México. La falta de una respuesta eficaz por parte de las autoridades y la persistencia de la violencia de género subraya la urgencia de reformas más profundas que no solo castiguen, sino que también protejan a las víctimas.
El caso de Fernanda Sánchez refleja la necesidad de fortalecer tanto las leyes como su implementación, para garantizar un entorno seguro para todas las mujeres y asegurar que los responsables de violencia de género reciban castigos ejemplares.
