AGENCIA
Acapulco.- Casi una semana después del paso devastador del huracán Otis por Acapulco, los residentes de las colonias en la parte alta de la ciudad enfrentan una nueva amenaza: el hedor que emana de lodo, basura y escombros acumulados por los fuertes vientos del huracán. Esta situación ha generado preocupación, ya que no pueden determinar si el mal olor proviene de basura en descomposición o, peor aún, de posibles cadáveres.
María Antonieta Reyes, una residente de una de las colonias afectadas, expresó su preocupación y la necesidad de ayuda para las áreas más afectadas: “Deberían ir a ver allá arriba, atrás del cerro, allá no ha llegado el agua ni la ayuda. Allá empezaron las balaceras por robos a casa. Allá se requiere la ayuda”, señaló.
Las áreas afectadas por el huracán, como las colonias Joyas del Marqués, Morelos y Alborada Cardenista, han experimentado una respuesta lenta de las autoridades y una priorización de la ayuda en la zona turística.
Varios residentes expresaron su frustración por la falta de atención en sus comunidades y destacaron la necesidad de asistencia urgente, incluyendo la recolección de escombros y censos para evaluar las necesidades de la población.
La situación de inseguridad también ha empeorado en estas áreas, con informes de balaceras y robos a viviendas, lo que ha llevado a algunos residentes a buscar refugio en otros lugares.
La falta de acceso a servicios básicos, incluyendo combustible, ha agravado la situación para los residentes, quienes luchan por satisfacer sus necesidades más básicas. El huracán Otis ha dejado una huella profunda en Acapulco, y la recuperación en las zonas afectadas sigue siendo un desafío importante.
