
De la Redacción
El Buen Tono
Córdoba, Ver.- En un movimiento que refleja la maquinaria bien aceitada de la clase política local, este lunes 31 de marzo, Patricia Dorantes Gatica asumió como síndica única del H. Ayuntamiento de Córdoba, cubriendo una licencia temporal de “solo dos meses” solicitada por la titular, Vania López González.
La decisión, aprobada en una sesión extraordinaria, no solo evidencia la flexibilidad con la que los cargos públicos son tratados como piezas intercambiables, sino que reaviva el debate sobre el uso del erario como botín para financiar ambiciones partidistas.
Vania López, figura del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), justificó su ausencia para “sumarse a trabajos electorales” de su organización, aunque omitió detallar si su rol en la campaña implica un salario paralelo o beneficios políticos. Lo único claro es que, mientras López se dedica a labores partidistas, el puesto que ocupaba, y al que podría regresar en junio, seguirá costando a los contribuyentes, ya sea mediante su sueldo, ahora en pausa, o a través del gasto operativo de una sindicatura.
El caso López-Dorantes ejemplifica una práctica recurrente en Córdoba: la utilización de licencias temporales para priorizar intereses de partido sobre las obligaciones públicas. Aunque el Congreso del Estado avaló la licencia sin goce de sueldo, la maniobra plantea preguntas incómodas: ¿por qué asumir un cargo si se abandonará en momentos clave? ¿Es ético que funcionarios usen plataformas públicas como trampolín para actividades partidistas?
