Después de 15 días de hospitalización y una serie de cirugías reconstructivas, Valentina Gilabert fue dada de alta el 18 de febrero, tras haber sido víctima de un brutal ataque con arma punzocortante. La joven de 22 años recibió entre 13 y 14 heridas en diversas partes de su cuerpo, incluidas manos y tórax. Su estado de salud sigue siendo delicado, aunque su recuperación ha comenzado, tras haber estado en coma inducido por varios días.
El ataque, presuntamente perpetrado por la influencer mexicana Marianne “N”, de 17 años, ocurrió luego de que Valentina iniciara una relación con el exnovio de Marianne, cinco meses después de su ruptura. La agresión tuvo lugar el 11 de febrero, y desde entonces, Marianne ha sido vinculada a proceso por lesiones calificadas.
Proceso Médico y Estado de Salud
Valentina, quien despertó del coma el 16 de febrero, continúa luchando por su recuperación. A pesar de haber salido de terapia intensiva, sigue sometida a un tratamiento prolongado, que incluye drenajes en ambos pulmones y cirugías reconstructivas en su rostro y manos debido a las graves lesiones. El proceso de recuperación es aún largo y complicado, pero su salida del hospital representa un paso importante hacia su bienestar.
Crisis Económica y Proceso Legal
Además de las complicaciones médicas, la familia de Valentina enfrenta una grave situación económica debido a los altos costos médicos, ya que la joven no cuenta con seguro médico. El abogado de la familia, Ayrton Marín, detalló que los procedimientos quirúrgicos han sido costosos, especialmente los reconstructivos faciales. Se espera que Marianne “N” y su familia asuman la responsabilidad de la deuda hospitalaria como parte de la reparación del daño, aunque aún no se ha definido el proceso para garantizar el pago.
Este caso ha generado conmoción en la opinión pública, al tratarse de una agresión entre figuras conocidas en las redes sociales, lo que ha puesto de relieve no solo la violencia de género, sino también las implicaciones legales y económicas que enfrentan las víctimas de estos crímenes. La familia de Valentina continúa buscando justicia, mientras la agresora se enfrenta a las consecuencias legales de sus actos.
