AGENCIA
CDMX.- Durante su paso por la Gubernatura de Nayarit, Roberto Sandoval Castañeda se enriqueció
velozmente. En cinco años se hizo de dos ranchos y de tres bienes inmuebles mediante operaciones que, según la Fiscalía General de la República (FGR), implicaron uso de prestanombres y lavado de dinero de
procedencia ilícita.
Las propiedades, adquiridas entre 2012 y 2017, están actualmente valuadas en 222.9 millones de pesos y, una vez que ya fueron aseguradas, están sujetas a que, en un plazo de 90 días se justifique su adquisición lícita para no ser declaradas en abandono a favor de la Federación.
En los dos ranchos, uno localizado en la carretera Tepic-Aguamilpa, en el Ejido La Cantera, y en “El Sueño”, que se encuentra en el Ejido Aután, en San Blas, la FGR recabó múltiples declaraciones y pruebas de que, aún cuando oficialmente Sandoval no fue el comprador, sí se conducía como propietario, pues además de llevar ahí sus caballos y yeguas españolas y aztecas, hay pinturas con su rostro y monturas grabadas con su nombre o con sus iniciales.
Entre los testaferros encontrados en la indagatoria que le atribuye lavado de dinero, no sólo está su hija Lidy Alejandra Sandoval López, actualmente también procesada, sino además el exlegislador Jorge Kahwagi, cuya inmobiliaria L-INMO, usada para comprar el rancho La Cantera, fue incluida en una lista negra del Departamento del Tesoro de EU como parte de las empresas relacionadas con Sandoval, al que designó como responsable de colaboración con el narcotráfico y corrupción.