El gobierno de Cuitláhuac García se salió de control. Desde dentro, la lucha por el poder se ha desatado como miras a una eventual licencia del mandatario o, en su caso, preparar el terreno para la sucesión del 2024. La disputa política y escalada agresiva la encabeza el secretario de Gobierno, Eric Cisneros, quien desde dentro mueve a sus francotiradores, leales comprados y difamadores profesionales para menguar al jefe del ejecutivo y sus equiperos visibles José Lima Franco, Hugo Gutiérrez, Juan Javier Gómez Cazarín, Zenyazen Escobar y Helio Hernández, entre otros. El fuego amigo lo ejecutan, entre otros, localizados sicarios del periodismo Juan Tirado e Israel Roldán, quienes deslizan textos para desacreditar las acciones de gobierno y crear escenarios de remociones inminentes o la salida del propio mandatario ante su incapacidad manifiesta para gobernar. Aprovechan el río revuelto creado por el intempestivo arribo al escenario político del diputado Sergio Gutiérrez Luna o las simpatías manifiestas del propio López Obrador hacia determinados colaboradores para enderezar rumores, inventar libelos y asegurar escenarios de remociones, renuncias y cambios en la estructura de poder. Ya mismo, la Secretaría de Gobierno que encabeza Cisneros, el llamado “Bola 8”, es un hervidero de rumores y acciones destructivas en contra de Cuitláhuac, mismas que quedaron al descubierto por la tosquedad, por los excesos en el golpeteo y los repetidos cuestionamientos al trabajo de gobierno. Se busca dar la impresión de que es la prensa crítica la que ataca, la que cuestiona, pero no es así. La descalificación es tan burda y en abierto que pone al descubierto la escalada de golpes mediáticos en donde en los hechos quien se lleva la peor parte es la propia Secretaría de Gobierno, ya que el gobernador sabe de dónde parte la embestida. Y es que, o son gacetillazos disfrazados, columnas pagadas, portales maiceados o señalamientos en abierto, pero el punto es buscar crear un escenario crispado de incapacidad, de novatez, de corrupción y de alianzas inconfesables. Y si bien hay tela de donde cortar por los repetidos yerros del gobierno, lo interesante es observar como queda al descubierto la fractura propiciada por la segunda oficina más importante del gobernador, la responsable de la paz social, el manejo político y la armonía entre poderes. Se percibe en abierto la desesperación del responsable de la política interior por cubrir sus pillerías, desfalcos y una considerable fortuna alcanzada en menos de 36 meses, denunciada por los propios diputados locales y enemigos de casa. Con distractores de “¡Al ladrón, al ladrón! Eric Cisneros oculta inversiones y propiedades de alto valor en Baja California, disposiciones millonarias en efectivo de la oficina que maneja, chantajes y moches a alcaldes y alianzas con el crimen organizado. Es notable asimismo como el “Bola 8” está urgido de consolidarse como cabeza del equipo sucesorio, pero al mismo tiempo de distraer la atención de su inocultable enriquecimiento. Busca ganar terreno, congraciarse, alcanzar la impunidad ante el revisionismo de Morena alarmado por los excesos de sus dirigentes aldeanos. Hoy Veracruz, en los hechos y a la mitad del camino, vive una sucesión adelantada, así como una lucha política de todos contra todos llevando ventaja momentánea el Bola 8 que no sabe que el gobernador ya sabe de sus rapacerías y manejo de medios mercenarios. Y es que, si de manipulación de medios al servicio del poder se trata, los de Cuitláhuac guardan sensible ventaja al detentar el aparato de poder. Es una lucha con un eventual final de remociones y cambios, tal vez no en la oficina del ejecutivo, pero sí en la Secretaría de Gobierno convertida en un nido de intrigas acompañadas de un harem con altos cargos que solo desdora al ya de por sí desacreditado gobierno de la transformación. Hoy por lo pronto, a la vista de la opinión pública, son dos los equipos confrontados en donde el “Bola 8” quiere tomar ventaja con acciones burdas, a su estilo de rompe y rasga; llevando como cabeza de playa a los mismos mercenarios que juegan y son leales a la mejor paga. Habrá que observar además cómo en la víspera del tercer informe, se busca presentar un escenario de caos político aderezada con la inminente licencia de Cuitláhuac García. Veremos quien da primero el manotazo que pare la división hacia el interior del desprestigiado gobierno de Cuitláhuac García Jiménez. Tiempo al tiempo. *Premio Nacional de Periodismo.