Julia Fuentes Cruz, representante jurídica de la Organización Mundial de Pueblos Originarios (OMPO), reconoció que la venta de mujeres, especialmente niñas, es una realidad en las comunidades indígenas de México, pero lamentablemente es un tema que las autoridades evitan abordar.
Fuentes Cruz resaltó que esta situación se atribuye a los “usos y costumbres” arraigados en estas comunidades, lo que dificulta la percepción de que se trata de un delito. “No es lo que ellos piensan, que la venta de sus hijas es un beneficio para ellas, es trabajar para hacerles conciencia de que eso es un ilícito”, enfatizó la abogada.
La representante de OMPO indicó que esta práctica se observa en todo el país, pero es más marcada en las comunidades de Oaxaca y Guerrero, donde la venta de niñas a cambio de bienes como vacas sigue siendo una práctica común. Además, señaló que las autoridades evitan involucrarse en estas situaciones para evitar conflictos con las comunidades.
A pesar de la complejidad de erradicar esta práctica, Fuentes Cruz destacó que no es imposible. Se trata de concienciar a los padres sobre los riesgos que enfrentan sus hijas al ser entregadas a extraños a cambio de un pago.
Esta problemática también ha sido reconocida por las autoridades en el estado, incluida la encargada de despacho del Instituto Veracruzano de Mujeres (IVM), Rocío Villafuerte, quien mencionó que algunos casos han llegado incluso a los juzgados.