Orizaba.- La Rectora de la Universidad del Claustro de Sor Juana, Carmen López Portillo Romano señaló que la población no puede continuar sufriendo por problemas tan evidentes y contundentes como el alto índice de feminicidios en el País, lo que es indignante, además de la pobreza extrema y alimentaria, de injusticia y desigualdad social.
Resaltó, “el País está afectado por los niveles de injusticia, inequidad, violencia y corrupción, tenemos que pararle ¿cómo? no lo sé”, lo anterior al resaltar que en México se registran nueve asesinatos diarios de mujeres; en 2017 murieron 34 mil 770, cada dos horas y media mataron a una, además de tener altos índices de injusticia, violencia contra las comunidades originarias, además de tener el primer lugar de abusos hacia niños, “en serio, nos llevaríamos las palmas por todo el horror”.
“Hay condiciones de injusticia que tenemos que salvar, no puede ser que en nuestro País haya millones de mexicanos que vivan en pobreza alimentaria, no sólo la extrema, también la alimentaria”.
Destacó que el problema en los niveles de inequidad “es tremendo, incluso, me comuniqué en un grupo de WhatsApp de rectoras y estábamos precisamente hablando de la problemática de los feminicidios, apenas mataron a una estudiante de la Universidad de Zacatecas, hace dos días a un estudiante de literatura en Ciudad Juárez”.
Con ello, mencionó, se debe dar tiempo para escuchar a los jóvenes, a niños pues de cada 10 niños dos o tres pueden acceder a la profesionalización, “conocer porqué no terminaron de estudiar la primaria, la secundaria, porqué tuvieron que trabajar. Porque las condiciones de la familia eran de violencia o porque los niños terminaron saliéndose de sus casas en donde eran abusados, tenemos que pensar las cuestiones en el contexto del cual surgen, tenemos que romper el círculo vicioso y la forma es empezar a capacitarlos.
Consideró que en Orizaba el modelo que se aplica ha funcionando, “debido a que es una ciudad limpia, con oportunidades para los jóvenes, veo que civilizadamente la gente cruza la calle, da o cede el paso y de pronto esas cosas en la Ciudad de México ya no pasan, no es algo muy común”.
