El “líquido” detectado en el año 2018 bajo el polo sur de Marte probablemente no solo no es agua, sino que tampoco es tan líquido como los investigadores pensaron en un principio. Según un comunicado que la Universidad de Texas en Austin emitió este lunes, se trata de un espejismo, puesto que los reflejos percibidos por el radar son iguales a los que devuelven las llanuras volcánicas distribuidas por toda la superficie del planeta rojo.
Unas rocas volcánicas escondidas debajo del casquete de hielo, que se observan en las fotografías de esta región marciana, son una explicación más plausible para lo que parecía un sistema de lagos subglaciales. El descubrimiento inicial ya estaba en duda, cuando los cálculos realizados para las condiciones térmicas de ese polo dejaron poca probabilidad para que el agua, incluso muy salada, se mantuviera en estado líquido.