in

Una noticia que da coraje

Superiberia

 

Va una noticia. No haga corajes. El viernes próximo se anuncia el presupuesto del IFE para 2015. Le adelantamos que viene mucho más caro que en 2012. Es año electoral. Se renuevan nueve gubernaturas, congresos locales y alcaldías en 17 estados, pero también los 500 diputados federales.

El costo, en principio, es de 12 mil 500 millones de pesos y cinco mil millones adicionales para la operación de los partidos políticos. Puede subir un poco más. No falta mucho para saberlo. En el Instituto Nacional Electoral (INE) se preparan para el ramalazo. Esperan una avalancha de críticas.

Hace dos años fue la elección presidencial. Se eligieron, además, 128 senadores y 500 diputados. Los recursos que entonces gastó el IFE, sin contar la operación de los partidos, ascendieron a siete mil 500 millones de pesos, según fuentes del instituto.

El INE tiene hoy mucho más atribuciones, mucho más responsabilidades. Las elecciones locales se semicentralizaron. La autoridad electoral federal tiene facultad de atraerlas cuando haya conflicto.

La idea es que comparta los gastos fifty-fifty con los gobiernos locales. Pero que estos no estén obligados. El Consejo General tiene más miembros. Se requiere de más personal. Fiscalización, pago a proveedores, capacitación. Todo eso cuesta.

“Diálogo Público: del IFE al INE ¿Avance o retroceso?”. De ese tema dialogarán hoy Lorenzo Córdova, consejero presidente del INE, y José Woldenberg, exconsejero presidente del IFE. El evento se llevará a cabo al mediodía en la Fundación Miguel Alemán.

Hay un moderador de lujo: el exrector de la UNAM, Juan Ramón de la Fuente, presidente del Instituto Aspen, que organiza el diálogo.

Un panel de lujo completa el evento. Tres respetables mujeres lo integran: Jacqueline Peschard, María Marván y María Amparo Casar.

México es un país donde los diputados y senadores ocupan los últimos lugares en el índice de confianza de los ciudadanos. Muchos los consideran ladrones, corruptos, haraganes y vividores.

Es una generalización. No todos son iguales.

Pero es cierto que hay abusos y dispendio de recursos en las cámaras. El que lo niegue miente. El uso discrecional del dinero es un axioma. Los moches y demás lindezas son prácticas reiteradas.

Abundan testimonios, documentos, observaciones de la contraloría no solventadas. No es de ahora. Se acumulan desde hace años.

Sin duda es rentable electoralmente proponer una consulta popular en 2015 para que se eliminen 100 de los 200 diputados plurinominales y 32 de los 128 senadores.

Ayer lo hizo el presidente del PRI, César Camacho.

El resultado de un ejercicio así está cantado. El “sí” ganaría de calle. El mismísimo Enrique Peña Nieto hizo del asunto una promesa de campaña, hace tres años.

Pero apenas en diciembre pasado, el Revolucionario Institucional votó en contra de una propuesta en ese sentido del senador panista Martín Orozco. Parecía un compromiso olvidado.

Tradicionalmente, el tricolor ha sido un obstáculo —pero no el único— para la reducción de escaños y curules. El PRD y el PT también se han opuesto.

Otro panista, Francisco Ramírez Acuña, quiso eliminar a los pluris en 2010. Casi se lo meriendan vivo. PRI, PRD y PT lo calificaron de “regresivo y excluyente”. En la magia de Google puede consultar las notas.

El proceso legislativo que condujo a la aprobación de las reformas estructurales fue largo, repetitivo y fastidioso.

Las sesiones se hicieron interminables, las negociaciones se dificultaron, los acuerdos se encarecieron. Eso motivó la propuesta de la consulta. Lo dice claramente la exposición de motivos de la carta de César Camacho.

“El intenso trabajo que se ha llevado a cabo en la presente legislatura ha evidenciado la necesidad y conveniencia de modificar la integración, tanto de la Cámara de Diputados como  la de Senadores, a efecto de optimizar la capacidad de los legisladores para alcanzar mayorías, construir acuerdos y mejorar los procesos de toma de decisiones.”

Así o más claro.

Posdata: los tres partidos ya traen su solicitud de consulta: el PRD sobre la Reforma Energética; el PAN sobre salario mínimo, y el PRI sobre reducción de pluris.

¿Cuál le gusta más?

El PRI no aceptará que presida el PRD en el Senado. Lo aseguran en la Cámara alta.

El argumento es que nunca el mismo partido ha presidido las dos cámaras. Mucho menos el amarillo, que promueve la consulta sobre la recién aprobada apertura del sector energético a los capitales privados nacionales e internacionales.

En San Lázaro es obligatorio que la presidencia la ocupe un perredista. Es la ley. No es el caso en el Senado. Allí sólo hay un acuerdo para que el amarillo presida un año la Mesa Directiva. Quedan cuatro. Miguel Barbosa quiere. Está apuntadísimo. Pero todo indica que tendrá que esperar.

Lo más seguro es que el sucesor de Raúl Cervantes sea un panista. Es lo que nos comentan en corto. Ya se barajan los nombres de Roberto Gil, José Rosas Aispuro y Héctor Larios. Ese último no es corderista. Es una desventaja. Aún son mayoría en el grupo parlamentario. Los otros dos sí transitan en ese grupo. Lo que se asoma les favorece.

“No es pleito ni hay ruptura con Los Chuchos. Es una decisión que tiene que ver con un tema de congruencia”, nos dijo ayer el ya mencionado Miguel Barbosa, al comentar su decisión de separarse de la corriente Nueva Izquierda, que encabezan Los Chuchos.

CANAL OFICIAL

Inauguran exposición de talleres del DIF

Actualizan el padrón catastral en C. Mendoza