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una fuga anunciada

Superiberia

los puercos  les salieron alas y volaron. Pareciera un cuento surrealista pero es una historia verdadera.  Al menos dos de los cuatro juniors que en enero del año pasado privaron de su libertad y violaron a una menor de edad –en ese entonces tenía 17 años la víctima- en el puerto de Veracruz y a los que la opinión pública ha  bautizado como Los Porkys de Costa de Oro ya huyeron del país. Se trata de Diego Gabriel Cruz Alonso y Enrique Capitaine Marín quienes tomaron vuelos rumbo a Madrid, España y Houston, Estados Unidos, respectivamente.

 Obvio, los dos no se habrían quedado a radicar en esas ciudades que sólo fueron escalas pasajeras ya que, ha trascendido que, el primero se fue a Irlanda del Norte y el segundo habría tomado un vuelo trasatlántico hacia algún reino árabe donde no existen tratados de extradición con México. No será extraño que los otros dos restantes, Jorge Cotaita y Gerardo Rodríguez, hayan también salido del país. Por lo menos en Veracruz ya no están, aseguran los enterados.

 Es la Crónica de una fuga anunciada -parodiando la novela del colombiano Gabriel García Márquez Crónica de una muerte anunciada- porque todos sabían que se iban a escapar y nadie hizo algo para impedirlo. Pese a la confesión del delito que los cuatro Porkys grabaron en video, a existir una denuncia penal interpuesta desde hace un año y a toda la avalancha de la opinión pública estatal, nacional e incluso internacional que repudió la agresión sexual y la impunidad de que gozaban los juniors, la Fiscalía General del Estado no hizo nada para detenerlos ni por arraigarlos y ni si quisiera para mantenerlos vigilados.

 Hay una evidente protección del aparato estatal hacia Los Porkys de Costa de Oro, cuyos padres son allegados al priísmo y a los políticos estatales, prueba de ello es que el fiscal Luis Ángel Bravo Contreras ha actuado más como abogado de esos juniors que como defensor del pueblo, cargo por el cual se le paga del erario. Desde hace dos semanas, usuarios en las redes sociales habían denunciado que los dos violadores abordaron vuelos en los aeropuertos de Veracruz y luego en el de la Ciudad de México para salir del país. Algo que la Fiscalía negó y ahora queda en evidencia su
encubrimiento.

 El reclamo generalizado en las redes sociales y en la prensa nacional obligaron al fiscal Bravo Contreras a salir al paso y lanzar una frase rimbombante: el caso se resolverá en horas y “seremos implacables”. Pero la “perla” declarativa la dio ayer mismo al ser cuestionado sobre la salida del país de los dos Porkys y dijo que no les podría coartar su derecho al libre tránsito. Vaya caradura del perfumado funcionario que ahora cuida que no sean violados los derechos de Los Porkys, pero ellos sí pueden violar sexualmente a una niña.

 Más de un año lleva el caso en el Ministerio Público y es la hora en que no ha actuado para castigarlos. De paso, Bravo Contreras ha exigido a la prensa que no se les llame Porkys sino por sus nombres de pila porque son unos ‘señoritos’ de su casa que no merecen que les falten al respeto. Nadie se diga extrañado que las pesquisas judiciales terminen deduciendo que la culpable fue la jovencita, que fue ella quien atacó sexualmente a los señoritingos, pues en Veracruz las víctimas se vuelven victimarios por arte
de magia.

 Por lo pronto, hasta ayer por la tarde -cuando se redactaba esta columna- no había diligencia ministerial alguna contra Los Porkys, sólo disparos verbales del Fiscal, promesas de justicia. Y si en el  transcurso de la noche hubieran actuado, girando alguna orden de aprehensión, por ejemplo, no la podrán ejecutar porque los responsables están evadidos, fuera del territorio nacional. Una versión es que las órdenes de captura están listas desde hace un par de días, pero siguen reteniéndolas para darles tiempo a los delincuentes.

 Era algo ‘cantado’ que se iban a ir, y el mismo padre de la menor abusada, el empresario Javier Fernández, acusaba a la fuga de Los Porkys como una burla al ser permitida por el propio Gobierno estatal. En los días por venir, la Fiscalía podría anunciar que se harán gestiones ante la Interpol para buscarlos en el extranjero, pero la fuga ya está consumada y los trámites de extradición serán largos, podrán tardar años y peor aún, si están en países que no tienen tratados de extradición con México, tienen la impunidad asegurada. Los papás-porkys cuentan con dinero suficiente para sostener a sus vástagos con vida de reyes en esas naciones.

 No son los primeros que se le van al fiscal Bravo Contreras, pues hay que recordar que el alcalde desaforado de Coatepec, Roberto Pérez Moreno, conocido con el sobrenombre de Juanelo y quien es acusado de ser autor intelectual del homicidio del tesorero Guillermo Pozos, está radicando en Nueva York a donde huyó para evitar ser detenido. El Gobierno de Estados Unidos tiene tratado de extradición con México pero la Fiscalía veracruzana ni siquiera ha solicitado la petición de captura internacional contra el edil, entonces no hay esperanzas que lo haga con Los Porkys.

 ¿Quién es abogado de Juanelo? El litigante de la fidelidad, Jorge Reyes Peralta, el que siempre está embarrado en los casos más apestosos y denigrantes. El ex edil de Coatepec, Pérez Moreno, nunca será detenido porque es amigo-socio del impresentable ex gobernante estatal. Desde hace casi un año El Juanelo se pasea libremente en restaurantes y clubes neoyorkinos sin que la justicia veracruzana se preocupe por exigir su repatriación para que responda por los crímenes cometidos.

 Otro caso similar es el del ex alcalde de Fortín de las Flores, César Torrecilla Ramos, un pillo de siete leguas que huyó a Estados Unidos para evadir la prisión por haber saqueado las arcas de los fortinenses. Se dice que Torrecilla Ramos está en un centro penitenciario en Texas, pero la maquinaria diplomática ni judicial se mueve para acelerar su extradición porque simplemente no hay voluntad para castigarlo. Torrecilla es también socio del innombrable en varios negocios, entre ellos concesiones de telefonía celular y otros asuntos más oscuros. No pisará la cárcel por lo  menos en lo que resta de este sexenio.

 Así de surrealista es Veracruz donde, como dice el columnista Julio Hernández, del periódico La Jornada, existe una Porkycracia. Por cierto, ¿algún lector con memoria privilegiada podría decir cuáles son los colegios y universidades en Córdoba que no quisieron expulsar a Los Porkys del Casino Español pese a que cometieron el abuso sexual de una jovencita en las instalaciones de ese club social? Esta casa editorial ya exhibió a los papás-porkys –o sea, a los padres alcahuetes- que los protegieron desde la directiva del Casino Español, pero es necesario conocer la trama completa.

 Por eso es interesante saber la identidad de las instituciones educativas que los toleraron y permitieron que estos violadores convivieran –o estén conviviendo- con otras jovencitas en sus aulas, quienes son potenciales víctimas de sus apetitos delictivos. Ahí está una buena tarea para los usuarios de las redes sociales, la población vigilante y por supuesto, para los dedicados al quehacer periodístico.

 

PRESOS DE

CONCIENCIA

Otro caso del Veracruz surrealista y retardatario se da en Orizaba, donde el alcalde Juan Manuel Diez propina garrotazos y encarcela a vendedores indígenas que no aceptan sus reglas coloniales. La tarde del martes ordenó darles una paliza a los comerciantes ixhuatecos que intentaron vender sus productos sobre la calle Francisco I. Madero. Las crónicas fotográficas muestran el nivel de patanería que alcanza el edil orizabeño al mandar que los policías golpearan  mujeres.

 Todavía más, hay una denuncia penal abierta contra los vendedores ¡¡por amotinamiento!! Es el porfirismo en pleno: se acusa a los indígenas de organizar un motín, es decir, sublevarse en multitud contra las cadenas de mando y por ende, tal rebeldía debe ser sofocada en aras de mantener el Estado de Derecho y llevar a los rebeldes a prisión como cuando hace más de un siglo los peones se sublevaban contra las haciendas henequeneras. Hay nueve personas detenidas, cinco son mujeres, pero no son otra cosa que presos de conciencia porque están pagando con pena corporal la defensa de sus derechos.

Son nueve presos de conciencia, que si obtienen su libertad bajo fianza, seguirán como perseguidos políticos. Hasta ese punto se ha llegado en el recién nombrado Pueblo Mágico, lugar donde se venera a dictadores, erigiéndoles estatuas y se apalea a indígenas que buscan sobrevivir honradamente vendiendo su mercancía. ¿Qué más se tiene que ver? ¿Qué El Emperador construya campos de concentración y cárceles de exterminio contra los que no son de piel blanca ni ojos claros y no tengan dinero para ir a comprar a la plaza comercial de su propiedad?

 La tragicomedia sigue adelante y pronto se les atribuirá otro delito -grave- a los ixhuatecos, pues ayer mismo el edil denunció haber recibido amenazas de muerte en un mensaje de texto que llegó a su teléfono móvil. “Ya golpeamos a tus policías y ahora te vamos a matar a ti”, asegura que escribieron anónimamente. Y eso cae al dedillo porque ahora podrá acusar a los ixhuatecos de ser tan peligrosos como los yihadistas del Estado Islámico y ser también una amenaza al mundo libre. La mesa está puesta para acusarlos de terroristas.

 Por otro lado, también hablando de la Zona Centro, los habitantes de Soledad Atzompa liberaron la autopista Veracruz-México luego de más de treinta horas de bloqueo. El aliciente para desbloquear dicha vía fue otro compromiso firmado por funcionarios estatales para –ahora sí- construir las obras públicas exigidas, entre ellas un hospital. Los manifestantes podrán ahora construirse unos bancos de madera –pues en ese lugar trabajan excelentemente la carpintería- para esperar sentados que les cumplan esos acuerdos, pues se duda mucho que los lleven a cabo. El dinero estatal lo están usando en la campaña electoral del PRI y por otro lado, el mismo gobernante en turno descalificó su manifestación, acusándola de tener sesgo partidista para dañar al tricolor. Ingenuos y plantados, así terminarán los atzompenses.

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