Los habitantes de Ahlbach, una aldea ubicada cerca de Limburgo del Lahn (Hesse, Alemania), se despertaron alarmados la madrugada del pasado 24 de junio por un potente estallido que hizo temblar sus casas y dejó un cráter de 10 metros de diámetro y cuatro de profundidad en un campo de maíz.
La investigación posterior estableció que esa explosión la provocó “casi seguro” una bomba de la Segunda Guerra Mundial a pesar de que la Policía germana no encontró ningún resto porque, cuando uno de esos artefactos detona, “generalmente no queda nada”, informa el diario Bild.