Agencias
Un terremoto de magnitud 7.3 sacudió este martes a Vanuatu, una nación insular en el Pacífico Sur, causando graves daños en su capital, Port Vila. El sismo ocurrió a las 12:47 (hora local) y tuvo una profundidad de 57 kilómetros, cerca de la isla de Efate. Las autoridades locales informaron de al menos seis víctimas mortales, pero se estima que unas 116,000 personas podrían haber sido afectadas. Testigos reportaron cuerpos en las calles y edificios colapsados, incluidos aquellos que albergan las embajadas de varios países, como Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Australia y Nueva Zelanda.
El impacto del terremoto también afectó gravemente las comunicaciones, con cortes en las redes móviles, y causó daños en infraestructuras clave, como el hospital de la ciudad y los embalses de agua. Una réplica de magnitud 5.5 siguió poco después, intensificando los daños. Equipos de rescate comenzaron a trabajar en la extracción de vehículos atrapados entre los escombros, mientras que la ONU y otros organismos humanitarios coordinaron esfuerzos de ayuda, enfrentando dificultades por los daños en las redes de comunicación.
Aunque se levantó rápidamente la alerta de tsunami, el país, parte del “Anillo de Fuego” del Pacífico, sigue siendo vulnerable a desastres naturales como terremotos y tsunamis. Las autoridades continúan evaluando la magnitud total del desastre mientras intentan atender a las víctimas y restablecer los servicios básicos.
