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París, 2024 – El trayecto de Uziel Muñoz hacia los Juegos Olímpicos de París 2024 es una historia marcada por la determinación y el amor fraternal. En una reciente entrevista, Muñoz compartió una conmovedora anécdota que resuena con su logro actual. Durante una fiesta, su hermanito se le acercó mientras él tomaba y fumaba, y le dijo: “Tú no eres un buen deportista”. La frase, aunque dura, tuvo un impacto profundo. Muñoz, sorprendido, le preguntó por qué pensaba eso. La respuesta de su hermano fue directa: “Porque los buenos deportistas no toman ni fuman”. Fue en ese momento cuando Uziel, decidido a cambiar, dejó el trago y el cigarro, impulsado por el deseo de demostrar su valía.
El destino, sin embargo, le arrebató a su hermano antes de que pudiera ver el fruto de su sacrificio. Tras el trágico accidente de su hermano, Uziel hizo una promesa: estaría en los Juegos Olímpicos para probar que era un verdadero deportista. Nueve años después, cumplió su promesa de manera espectacular al clasificarse para la final de impulso de bala en los Juegos Olímpicos, convirtiéndose en el primer mexicano en lograr tal hazaña.
Hoy, Uziel Muñoz no solo ha alcanzado su objetivo, sino que también ha dado un paso más allá. Cada lanzamiento en la competencia estuvo acompañado de una mirada al cielo y una expresión de gratitud. Su actitud revela un profundo reconocimiento hacia el apoyo espiritual que siente desde su pérdida. En cada gesto, Uziel muestra que su hermano sigue siendo una fuente de inspiración y fortaleza.
Con la final a la vista, Uziel no solo busca una medalla, sino también honrar la memoria de su hermano con un desempeño que refleja su dedicación y sacrificio. El corazón de Muñoz, sin duda, está tanto en el podio como en el cielo, donde su hermano observa con orgullo.
