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Un riesgo, dar 12 días de asueto

Superiberia

Mariana G. Hernández

El Buen Tono

Orizaba.- Después de que la Comisión de Trabajo y Previsión Social del Senado aprobó por unanimidad ampliar el derecho de vacaciones pagadas de seis a 12 días laborales anuales, para el dirigente de la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC), César Silva Reyes, reconoció que lamentablemente estas iniciativas cuando se llevan a la práctica no coinciden con los proyectos o necesidades de las Pequeñas y Medianas Empresas.

Comentó que si bien es cierto todas las propuestas son bien recibidas en beneficio de la clase obrera para tener más oportunidad de una convivencia familiar o social, de gozar de un mayor período de vacaciones, tiene que haber un equilibrio incluso a las posibilidades de las empresas.

“Bienvenido todo lo que sea en beneficio de tener más oportunidad de convivencia familiar o social, enhorabuena a la oportunidad de gozar de un mayor período de vacaciones, de gozar de mayores prestaciones y salarios, pero tiene que existir un equilibrio e incluso a las posibilidades de las empresas”, acotó.

Silva Reyes dijo que la propuesta incluye incluso reducir la jornada laboral de ocho horas, la diurna bajarla a 7 horas y la nocturna a 6 horas; sin embargo, en la práctica no coinciden y comienzan la reducción de personal, la disminución de salarios, de prestaciones y el incumplimiento a las prestaciones de ley y en consecuencia los problemas laborales.

En este sentido, reiteró que esperan que la iniciativa sea cabildear no tan solo en la Cámara de Senadores y Diputados sino de igual manera con las cámaras empresariales y las organizaciones sindicales, para que lo que se apruebe sea en beneficio del trabajador, pero al mismo tiempo lograr una estabilidad con la posibilidad de crear y mantener más fuentes de empleo.

Finalmente, dijo que no porque se acerquen elecciones populares, algún partido político desee quedar bien con propuestas hacia la base trabajadora para ganar mayor simpatía, se trata de mantener una estabilidad entre los factores de la producción y trabajadores, donde sin duda la clase obrera anhela ganar más, pero también es cierto. “Es preferible conservar un empleo digno, decoroso y bien pagado que seguir a la espera de programas sociales”, concluyó.

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