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Un maestro de escuela secundaria

Superiberia

El término “educación básica” en la mayoría de los países fue sinónimo de “educación obligatoria”, y ha venido adquiriendo enorme relevancia internacional desde los años cincuenta refiriéndose, en México, a la educación primaria. Quizá por ello es que los investigadores han dedicado bastante tiempo en conocer sus condiciones mientras que la secundaria ha sido mucho menos investigada. A partir de 1993 la secundaria se consideró obligatoria y pasó a formar parte de la educación básica.

En el famoso ANMEB se propuso la modernización de la educación básica, y la secundaria empezó a concebir una estructura más homogénea, perjudicando los programas de las secundarias técnicas. Se robusteció con los conceptos y enfoques emanados de la Declaración Mundial de Tailandia en 1990. En la siguiente década, bajo la influencia de la OCDE, se comenzó a trabajar el desarrollo de competencias que han sido tan criticadas como lo fueron las secundarias técnicas en su momento, productoras de mano de obra barata las primeras y una mentalidad al servicio de las grandes empresas la segunda.

Una y otra visión (la social y la oficial) veían realidades distintas en tanto el país se desmoronaba estrepitosamente. En el plano internacional se caía el bloque socialista y tomaba fuerza el modelo neoliberal, como variante del capitalismo voraz, sin contrapeso en la escala mundial y con una filosofía de la calidad y el mérito, sin importar en sus prácticas ni la condición humana ni el humanismo que en muchos países se seguía pregonando.

En México caía el poder adquisitivo de los trabajadores y se desplomaban las condiciones laborales. En el plano de la demagogia, se descorporatizaban las organizaciones sindicales bajo el lema de democratizar al país, pero lo que en realidad se hacía era debilitar en las masas la idea de la lucha gremial para alinear a las organizaciones envolviéndolas en el Sui Géneris sistema político mexicano, basado en la simulación, los intereses de grupo y la corrupción.

Se creó una corriente avasalladora que mezcló lo externo (que podía tener mucho de bueno) con las torcidas leyes no escritas del sistema mexicano y continuamos “avanzando” en la indefinición como nación y en la opulencia de una élite muy reducida. La educación, como los campesinos y las clases marginadas, sólo formaban parte del discurso.

Muchos maestros no aceptan que este sistema decadente, que todavía sobrevive con el apoyo de todos los partidos políticos y gran parte de la sociedad –por ignorancia, conveniencia o consentimiento tácito–, llevó a la educación a un clima de permisividad tal que se descuidó la materia de trabajo y se le relegó a segundo término. Fueron las fuertes presiones internacionales las que han hecho pagar este grave error, que de ninguna manera es general, pero llevó a todos al baile.

Pero en fin, esto es cosa que todo mundo sabe, aunque los políticos finjan ignorarlo. México, pese a todo, es un país hermoso. Su gente es maravillosa y muchas personas de otras latitudes lo reconocen. Los maestros y maestras son nobles, dedicados, esforzados, y con buena intención. Estas son nuestras fortalezas con las que enfrentamos las incertidumbres de los tiempos cambiantes que nos toca vivir.

Desde 1993, y en las sucesivas reformas por nivel, se sentaron las bases para el Plan y programas de estudio 2011. Es un documento al que le falta mayor exploración por parte de quienes tienen el deber de aplicarlo, pues en él se fundamenta el proceso educativo de la educación básica (preescolar, primaria y secundaria). Para desempeñar los puntos establecidos en el documento, se debe planear y llevar una secuencia que conduzca a los alumnos al logro de los aprendizajes esperados y al desarrollo de las cinco competencias básicas, con lo que se pretende alcanzar un perfil de egreso satisfactorio.

Las reformas al Artículo Tercero Constitucional y a la Ley General de Educación, así como la creación de la Ley General del Servicio Profesional Docente, dominan el panorama educativo creando condiciones inéditas en las escuelas y para los profesores. Esto ocasiona parte de las incertidumbres internas del sistema educativo que los docentes deben aprender a resolver en tiempos inmediatos.

gilnieto2012@gmail.com

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