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Un juego especial

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México, D.F.- Hace cinco años y cuatro meses, Miguel Layún vivió uno de los episodios más dolorosos en su naciente carrera como profesional al descender de Primera División con el Veracruz, el club de su estado natal y en el que debutó en Primera División en 2006.

Este sábado, el lateral del América volverá al Estadio Luis “Pirata” Fuente para reencontrarse con su pasado.

“Muchas cosas he aprendido de eso; el momento negativo y tan complicado que me tocó vivir como el descenso con Veracruz ha sido parte de la enseñanza, de la maduración que he tenido en estos años. Creo que para madurar hay que golpear y golpearte fuerte, en este caso han sido cosas que a lo largo de mi carrera las he convertido en positivas y lo que me tiene más contento es que Veracruz ahora esté en Primera División”, señaló.

El idilio que vive hoy Layún tras ganarse la titularidad en América y salir campeón el torneo pasado lo ha llevado a la Selección Mexicana, donde una vez más el futbolista de 25 años se enfrenta a un gran reto: ayudar al Tri a clasificar al Mundial.

“Estamos todos muy conscientes que la confianza es un factor muy importante, pero creo que está más que claro que vestir la playera de la Selección Mexicana tiene que ser motivo suficiente para nosotros, es algo muy especial y sabemos que hay que morirnos en la cancha por esa playera”, comentó.

Ayer fue un día especial para el cordobés ya que firmó la extensión de su contrato por dos años más con el Club América.

 

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