Córdoba.- Tras celebrarse el 3er. Aniversario de la creación del mercado La Isla, locatarios de este zoco aseguran que este festejo es más que un insulto para ellos, pues se han mantenido en el lugar, pese a que prácticamente se están muriendo de hambre.
Ayer por la tarde autoridades municipales realizaron un festejo para conmemorar el aniversario del lugar, en el cual estuvieron presentes algunos líderes de las 14 organizaciones de comerciantes que se encuentran al interior del mercado.
Ante el mensaje emitido por Portilla -el alcahuete de Lavín- en el cual señalara que continuará trabajando para sacar adelante sus negocios, los locatarios de La Isla, lamentaron el hecho de que el Alcalde sólo siga intentado calmar la necesidad de los locatarios mediante mentiras.
En este sentido María “X”, señaló que para ella no había nada que festejar, pues al contrario esta situación era una tomada de pelo, toda vez que durante estos tres años en los que se ha mantenido en el lugar, no ha conseguido obtener lo suficiente para lograr solventar sus necesidades más básicas.
De igual forma, María del Rocío Ramírez, indicó que pese a que se encuentra a gusto con el local que tiene en La Isla, sólo se ha logrado mantener económicamente con el apoyo de su cónyuge, así como el de sus hijos, pues las ventas de este mercado cada vez son menos.
En esta misma situación se encuentra, el comerciante Isaías “X”, el cual pese a que a que ha intentado mantenerse en el lugar durante los tres años, la situación económica no ha sido nada favorable, toda vez que hay días en los que no logra obtener ni siquiera “la persignada”.
Verdaderos motivos
para festejar
La molestia y preocupación que enfrentan los locatarios de este mercado, ha ido en incremento, pues mientras el alcalde Portilla Bonilla, -el alcahuete de Lavín- aseguraba que es un lugar rodeado de prosperidad, entre los locatarios sólo se escuchaban las quejas y los comentarios en su contra, pues aseguraban que éste no ha ofrecido alternativas verdaderas para el rescate del lugar.
Yessica Martínez Argüelles
El Buen Tono