En un acto de heroísmo cotidiano, oficiales de la Policía Bancaria e Industrial (PBI) de la Ciudad de México salvaron a un niño de ocho años que se desvaneció por un golpe de calor en la estación Pino Suárez del Metro.
Los hechos se desarrollaron cuando los uniformados realizaban su labor de vigilancia en la Línea 2, cuando un padre desesperado se les acercó pidiendo ayuda. Su hijo, que lo acompañaba, se había sentido mal y se había desmayado en el andén.
Sin dudarlo, los oficiales intervinieron de inmediato. Brindarón los primeros auxilios al menor y, al percatarse de que sufría un golpe de calor, lo sacaron con cuidado de las instalaciones del Metro. En un lugar fresco y seguro, le brindaron agua y reanimaron al pequeño hasta que se sintió mejor.
Afortunadamente, gracias a la rápida acción de los oficiales, el niño se recuperó y pudo regresar a casa junto a su padre, quien no dejó de agradecer la invaluable ayuda y el profesionalismo de los policías.
Esta historia nos recuerda la importancia de la labor que realizan día a día los elementos de la PBI, quienes no solo velan por la seguridad en las calles, sino que también están preparados para actuar ante emergencias médicas, salvaguardando la vida y el bienestar de los ciudadanos, incluso de los más pequeños.
¡Un aplauso para estos héroes sin capa que hacen de nuestra ciudad un lugar más seguro!