El 22 de marzo de 1895, Auguste y Louis Lumière presentaron en la Sociedad para el Desarrollo de la Industria Nacional de París la primera película rodada con el cinematógrafo, un aparato patentado por ellos mismos que servía como cámara y como proyector. Los asistentes a esta reunión pudieron ver una película en blanco y negro, rodada tres días antes, que mostraba a un grupo de obreros en el momento de salir de la fábrica de la familia Lumière.
A diferencia del voluminoso quinetoscopio que había presentado Edison un par de años antes, pensado para un uso individual, aquella tecnología permitía a muchas personas ver a la vez una misma proyección. Es por ello, que aunque la breve película-documental de los hermanos Lumière no sería, técnicamente, la primera de la historia, sí que supuso realmente el punto de partida del cine tal y como lo conocemos hoy en día, proyectado en una sala y visionado por muchas personas a la vez.
La primera sesión de cine abierta al público se considera que tuvo lugar a finales de ese mismo año, el 28 de diciembre de 1895, en el Salon Indien du Grand Café de París. Aquel día se pudieron ver diez películas mudas de menos de un minuto de duración, en blanco y negro.