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Un Cuauhtémoc amorcillado

Superiberia

Los tambores de guerra en el PRD suenan a todo lo que dan, luego de que a poco más de una semana de definir su futuro como partido las tribus se han partido en dos grandes bloques, que no se ve cómo puedan transitar sin mancharse las manos de sangre.

Cierto que representantes de varias corrientes fueron a su casa y después hicieron un evento público para pedirle a Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, fundador del partido, que acepte ser el próximo presidente nacional del PRD, a fin de evitar la debacle.

Los actuales estatutos -recién aprobados por el IFE- le dan la oportunidad de reelegirse para el cargo, pero el colmilludo ingeniero deshoja la margarita y se hace un poco del rogar para ver qué más puede sacar.

Públicamente dice que la única condición para aceptar el encargo es que sea candidato de unidad apoyado por todas las fuerzas del partido, de lo contrario no le entra.

Pero no es tan fácil, primero porque es prácticamente imposible que todos se alineen en torno a él, y segundo porque es mentira que esa sea la única condición que pone.

Con la aceptación de la candidatura, Cárdenas pide para sí buena parte del secretariado del partido, además de una cantidad de candidaturas locales y federales para sus allegados.

Y aquí es donde la puerca torcerá el rabo; habrá que ver quiénes de los que andan promoviendo su candidatura van a sacrificar espacios para entregárselos al escuadrón de la tercera edad que encabeza el michoacano.

Porque el ingeniero podrá ser muy respetado y hasta querido, pero hacia adentro todo mundo coincide en que ya está viejo; que no tiene la convocatoria ni la fuerza de antes y que sus colaboradores son, en su mayoría, ancianos.

Por otro lado, quienes lo impulsan son puras corrientes chiquitas o en formación, sin fuerza significativa dentro del PRD, a excepción de la IDN, que se quiere colar alborotando a todos para no quedarse fuera de los cargos importantes en el partido, pues su fuerza no les da más que para un tercer lugar, si bien les va.

Es increíble que tribus o grupos que apenas hace unas semanas se unían para combatir a la corriente de la senadora Lola Padierna y su esposo, hoy estén a su lado queriendo negociar los puestos del partido. No cambiarán nunca; seguirán entregándose a lo peor de su partido a cambio de nada.

Hay que ver que las corrientes que se sumaron a Cárdenas y que por lo visto no lo harán, son Nueva Izquierda, conocida como Los Chuchos, y ADN de Héctor Bautista, nada más las número uno y dos del PRD.

Estas dos tribus son las que controlan el partido a nivel nacional y juntas pueden sumar -según ellos- hasta 70% de los consejeros que elegirán a quien tomará el lugar de Jesús Zambrano.

Quienes van a rogarle al amorcillado Cuauhtémoc para que los represente están dando patadas de ahogado, pues dan por hecho que si no reviven al ingeniero, el presidente será Carlos Navarrete y el secretario general el propio Bautista.

CENTAVITOS… Algo debe Leonel Luna en la ALDF, pues sus propios compañeros le hicieron ayer el vacío en su comparecencia; lo dejaron prácticamente solo ante la embestida de los panistas, que por conducto de Gabriel Gómez del Campo, hermanito menor de Mariana, intentaron tundir al delegado en Álvaro Obregón… Por el contrario, y aunque parezca raro, el que tuvo un día de campo en Donceles fue el panista Jorge Romero, quien se dio el lujo de amarrar a su jauría para que no se le fueran encima a la perredista Dinorah Pizano, quien hizo todo lo posible por incomodarlo, pero fue reducida prácticamente a cero… Por fin y luego de varios meses de cárcel, la jovencita Yakiri Rubio, quien mató en defensa propia a su violador, obtuvo su libertad. Ahora su abogada, quien según los que saben de leyes llevó un proceso pésimo, con errores de primaria que provocaron que su defendida estuviera encarcelada sin razón, quiere colgarse la estrella, cuando en realidad sólo tuvo que esperar que las acciones del Comité de Defensa y el amicus presentado por la CDHDF prosperaran para que su defendida saliera.

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