agencia
CDMX.- Hoy, al despedir el último día del año, miles de personas alrededor del mundo celebran la Nochevieja, una festividad que marca el fin de un ciclo y el comienzo de otro. Esta tradición, también conocida como Víspera de Año Nuevo o Fin de Año, se celebra en casi todos los países, desde la noche del 31 de diciembre hasta las primeras horas del 1 de enero. Es un momento de reflexión sobre el año que termina y de esperanza y expectativas por el futuro.
La Nochevieja tiene un profundo significado simbólico: es el cierre de un ciclo anual, en el que las personas se enfocan en los logros alcanzados y, al mismo tiempo, se preparan para los retos y oportunidades del nuevo año. En muchos países, se celebran rituales y costumbres que buscan atraer prosperidad, salud y felicidad para el año venidero. Aunque las tradiciones varían según las culturas, el común denominador es la ilusión por lo que está por venir.
El origen de la celebración se remonta a tiempos antiguos, específicamente a la Mesopotamia de 2.000 a.C. Allí, las festividades coincidían con la llegada de la primavera y el comienzo de las cosechas, en una celebración conocida como Akitu. Con el tiempo, el concepto de Año Nuevo fue adoptado por diferentes civilizaciones, y en el año 46 a.C., el emperador Julio César instituyó el 1 de enero como la fecha oficial para el inicio del nuevo año, basado en el calendario juliano. Esta fecha simbolizaba nuevos comienzos, reflejados en el dios Janus, cuya imagen representaba una cara mirando hacia el pasado y otra hacia el futuro.
A lo largo de la historia, las supersticiones y rituales asociados con la Nochevieja se han mantenido vigentes. En la actualidad, es común en muchas culturas realizar ciertas prácticas para asegurar un año próspero. Entre ellas, destaca el brindis con champán a la medianoche, comer 12 uvas para la abundancia, o colocar un billete en el zapato para atraer la fortuna. También existen tradiciones como salir a la calle con maletas para simbolizar viajes, o quemar un muñeco de trapo para eliminar las malas energías del año que termina.
Aunque las tradiciones pueden variar de un país a otro, el espíritu de renovación, esperanza y unión prevalece en todo el mundo, convirtiendo esta noche en un evento universal que marca el paso del tiempo.