AGENCIA
Puebla.- La Secretaría de Salud de Puebla ha emitido un ultimátum a Marilyn Cote, una abogada que ejercía como psiquiatra sin la acreditación correspondiente. La titular de la dependencia, Araceli Soria, informó que Cote tiene hasta este jueves para presentar la documentación que la acredite como profesional de la psiquiatría y cumplir con los requisitos legales para operar su consultorio. De no hacerlo, podría enfrentar sanciones que incluyen multas, sanciones administrativas e incluso arrestos de hasta 36 horas.
El caso de Cote se hizo público después de que la Dirección de Protección contra Riesgos Sanitarios (DPRIS) inspeccionara su consultorio en las Torres Médicas Angelópolis, encontrando irregularidades como la falta de un aviso de funcionamiento, licencia sanitaria y cédula profesional. Además, el personal que laboraba con ella tampoco contaba con certificaciones médicas necesarias, por lo que se ordenó el cierre del consultorio como medida preventiva para salvaguardar la salud de sus pacientes.
Tras la clausura, la Secretaría de Salud dio a Cote cinco días hábiles para presentar la documentación que respalde su formación médica. La situación ha provocado diversas reacciones entre sus pacientes y ha puesto en el centro de atención la seriedad del caso. En paralelo, la Fiscalía de Puebla inició un expediente de atención temprana para registrar posibles denuncias formales de personas afectadas. Hasta el momento, no se ha presentado ninguna.
José Alan Villegas, fiscal de Investigación Metropolitana, comentó: “A raíz de las notas periodísticas, iniciamos un expediente para tener un antecedente en caso de que alguna persona agraviada decida presentar una denuncia”.
Marilyn Cote construyó una imagen profesional basada en títulos y credenciales falsos, afirmando ser experta en neurociencia, neuropsiquiatría y neuropsicología. Entre sus alegaciones, aseguraba haber sido directora de un centro de desórdenes mentales en la Universidad de Oslo, recibir un reconocimiento de Forbes en 2019 y colaborar con la Unidad de Análisis de Conducta del FBI. Estas afirmaciones, respaldadas por documentos manipulados, convencieron a muchos pacientes.
Ofrecía tratamientos “milagrosos” para problemas como ansiedad, depresión y esquizofrenia, prometiendo “curas” en tiempos inusualmente cortos, como la cura de la depresión en una semana y la eliminación de la ansiedad en pocos días. Además, recetaba medicamentos controlados, como antipsicóticos, usando cédulas profesionales que no le pertenecían.
Con el plazo límite a punto de expirar, se espera la respuesta de Cote y las acciones de la DPRIS y Cofepris para evaluar la gravedad del caso y proteger a los pacientes de prácticas irregulares.