Los ministros de Energía de la Unión Europea han cerrado este viernes un acuerdo político sobre las medidas de emergencia para intervenir el mercado eléctrico comunitario y han pactado reducir la demanda eléctrica en la UE un cinco por ciento en horas punta, una tasa a las empresas de combustibles fósiles y establecer un límite de 180 euros/MWh al precio al que las productoras de electricidad inframarginales pueden comercializar la energía.
Tras poco más de una hora de reunión, los titulares de Energía de los Veintisiete han adoptado estas medidas de emergencia para fijar una reducción obligatoria del consumo de electricidad, establecer una tasa de “solidaridad” a las intermediarias de combustibles fósiles, como petroleras, o redistribuir a los más vulnerables los beneficios extraordinarios de las tecnologías inframarginales que vendan la electricidad por encima de 180 euros/MWh.
“Creo que hoy daremos otro paso necesario para gestionar la crisis energética. La Comisión ha propuesto medidas para reducir la demanda de energía y generar beneficios”, ha indicado la comisaria de Energía, Kadri Simson, a su entrada al Consejo de ministros de Energía de la UE, al tiempo que ha agregado que estos instrumentos “relajarán la presión en los precios”.