El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha vuelto a cuestionar el compromiso de su país con la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), argumentando que Washington no debería acudir en defensa de aquellos países que, en su opinión, no destinan suficientes recursos a su propia seguridad.
“Si no pagan, no voy a defenderlos”, afirmó Trump ante los periodistas en la Casa Blanca, avivando la controversia sobre el papel de Estados Unidos en la alianza militar transatlántica.
Desde su primer mandato, el líder republicano ha expresado dudas sobre la conveniencia de que su nación mantenga su rol protagónico en la OTAN. Ahora, con un segundo mandato en curso, ha intensificado sus críticas a ciertos países miembros, a quienes acusa de depender en exceso del poderío militar estadounidense. “Deberían estar pagando más”, insistió el mandatario.
Un nuevo enfoque en la estrategia militar
Trump respondió a la prensa después de que NBC News revelara que su administración está evaluando un plan para ajustar el apoyo militar de Estados Unidos en función del gasto en defensa de cada país miembro. Según este esquema, los aliados que invierten una menor proporción de su PIB en defensa podrían no recibir respaldo militar en caso de un ataque, lo que supondría una posible erosión del principio de defensa colectiva estipulado en el Artículo 5 del tratado de la OTAN.
Este principio, considerado la piedra angular de la alianza, establece que un ataque contra un miembro es un ataque contra todos. La propuesta de Trump generaría incertidumbre sobre la cohesión de la OTAN y el compromiso de Washington con la seguridad de Europa.
Tensiones con Ucrania y un optimismo precavido
En paralelo a estas declaraciones, el Secretario General de la OTAN, Mark Rutte, se mostró “prudentemente optimista” sobre la relación entre Estados Unidos y Ucrania, pese a la reciente escalada de tensiones. Rutte señaló que aún hay margen para una evolución positiva en los vínculos entre ambos países.
Hace apenas unos días, Trump protagonizó un tenso intercambio con el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, en la Casa Blanca. Durante la discusión, el mandatario estadounidense calificó a Zelenski de “desagradecido e irrespetuoso”, lo que deterioró visiblemente la relación bilateral. Como consecuencia, Washington suspendió toda la ayuda militar a Ucrania, incluyendo el intercambio de información de inteligencia.
Zelenski intentó calmar las aguas enviando una carta a Trump en un intento por recomponer los lazos. El presidente estadounidense reconoció haber recibido el mensaje y aseguró haber apreciado el gesto, aunque no precisó si esto cambiaría la postura de su administración.
Un futuro incierto para la OTAN
Las declaraciones de Trump y su posible plan de condicionar la defensa de los aliados al gasto en seguridad plantean un escenario incierto para la OTAN. Mientras algunos países europeos podrían verse presionados a incrementar su inversión en defensa, otros podrían cuestionar la fiabilidad del compromiso estadounidense con la alianza.
En un mundo cada vez más volátil, la postura de Washington podría redefinir el equilibrio de poder y la seguridad global en los próximos años. ¿Está la OTAN preparada para esta nueva realidad?
